El Granada, cada vez peor

De siempre me encantó la ciudad de la Alhambra y me cayó bien su primer equipo de fútbol. De mi infancia jamás olvidaré a Ñito, mítico portero del club granadino del que se decía estaba disparatado y que a mí me parecía un excelente guardameta y que tenía un algo distinto al resto.

Tampoco olvido los prolegómenos de un Algeciras-Granada donde estuve muy atento a cuanto sucedía en la concentración del conjunto nazarí donde estuve, en el hotel Las Chapas de Marbella. Uno y otro equipo empataron en el viejo Mirador y ambos mantuvieron la categoría. A mí, que tantas veces me llamaron la atención por dibujar campos de futbol en las clases de 1º de Bachillerato, tampoco se me olvida que el viejo Los Cármenes era el estadio con el terreno de juego de mayores dimensiones de cuantos clubes militaban en categoría nacional.

Y al hablar de una ciudad tan bonita y encantadora como Granada, tampoco olvidaré mientras viva la conferencia que junto a Adolfo Aldana dimos en la Facultad de Derecho participando junto a grandes periodistas de alto nivel en las primeras jornadas universitarias que organizaron los alumnos de la Asociación Carlos V.

Argumentado cuanto me encanta Granada, los granadinos entre los que tengo grandes amigos, y su equipo de fútbol que de siempre me cayó simpático, ahora estoy en la obligación de afirmar ante el rival que en Carranza tendremos en sólo horas, que el equipo albirrojo me cae cada vez peor. Y posiblemente me deje llevar por los sentimientos de cadista.

No puedo admitir bajo ningún concepto que nuestro rival este fin de semana, con unos dirigentes que ningún favor hacen a nuestro Submarino en los últimos meses, sigan vendiendo la película del club ‘amigo’ que sólo quieren y pretenden el ascenso del Cádiz. Entiendo que la mayoría de aficionados de a pie del conjunto amarillo no tengan por qué conocer las interioridades de una entidad cuyos dirigentes sólo buscan la desestabilización de los nuestros con el fin de maniatar y asegurarse con los derechos en un futuro del equipo de la Tacita.

Son muchos los intereses económicos que se mueven aunque muy complicado a corto plazo conseguir los objetivos propuestos. Y esto lo digo porque en gran parte se de lo que hablo.

Con lo dicho me voy a aquello de ‘ buen entendedor…’ En cuanto a lo deportivo, poco que decir. Los fichajes realizados comienzan a dar resultados y queda toda una segunda vuelta por delante. Derrotar al Granada no será fácil, que lo tengamos claro. Y que nadie olvide que Cuero, quien poco o nada nos ha ofrecido en el tiempo que aquí ha militado, vendrá a muerte para demostrarnos qué intereses le mueven como futbolista y de paso, si puede, dar un disgusto a quienes un día le dimos nuestra bienvenida pensando que en Cádiz se dejaría el alma por la camiseta que equivocadamente le pusimos para que defendiese nuestros colores.