Ana Botín, ayer en el entierro de su padre. :: ALBERTO AJA
Economia

El mercado vigila de cerca a la sucesora

La nueva presidenta tiene apenas unos meses, hasta la Junta Ordinaria, para demostrar que puede ser la líder del banco Los fondos recelan del carácter hereditario del relevo

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«Que haya sido ella la elegida para ocupar la presidencia y más en estas circunstancias no ha sido una sorpresa. Estaba descontado por todo el mundo y era un secreto a voces desde hace muchos años. Pero también es igual de cierto que el nombramiento genera recelos porque suena a herencia y eso, en un banco de esa dimensión, cuando tan sólo se posee el 0,7% de las acciones, no es de recibo», apuntaba ayer un analista financiero que prevé una escalada de la tensión en torno a Ana Botín, la nueva presidenta del Banco Santander, designada para el cargo el pasado miércoles, apenas unas horas después de conocerse le fallecimiento de su padre, Emilio Botín.

A la nueva presidenta de la entidad financiera cántabra le espera una agenda apretada y cargada de deberes, apenas sin tiempo para digerir en el plano personal el fallecimiento de su progenitor. El próximo lunes, sin ir más lejos, tendrá su primera prueba de fuego. Deberá presidir la junta extraordinaria de accionistas del banco que se celebrará en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Santander. Fue convocada a principios de agosto para adoptar una decisión puntual y urgente: ampliar el capital social del banco y el número de acciones en circulación, con el objetivo de atender a la oferta realizada por la totalidad del Banco Sanatnder de Brasil. La filial que tenía un 25% de socios externos y que el consejo de la entidad decidió integrar en su totalidad.

«No habrá sorpresas en esa junta», asegura un experto del sector financiero, «porque el orden del día tan sólo tiene tres puntos, de carácter muy técnico y donde no caben otras cosas». Eso sí, todo apunta a que se convertirá en un homenaje público del máximo órgano de decisión de la entidad hacia el fallecido presidente, que ejercio el liderazgo indiscutido en el banco desde que asumió la presidencia en 1986.

Pero el mercado financiero no está cómodo con la situación que se ha creado y todo apunta a que de forma progresiva comenzarán a escucharse voces críticas. Muchos fondos internacionales con importantes posiciones de riesgo en el Santander ni siquiera han tenido tiempo de reaccionar ante el relevo en la cúpula, de la que se han enterado por los medios de comunicación y al otro lado del Atlántico, en Estados Unidos, cuando sus analistas apenas si habían salido de la ducha para iniciar su jornada laboral del miércoles. Los cada vez más influyentes 'proxy advisors' instalados en España -firmas dedicadas a representar lo intereses de inversores internacionales- ya han comenzado a transmitir algunas «dudas».

Los primeros signos externos apenas permiten sacar una conclusión rotunda. Las acciones del Santander han reaccionado ligeramente a la baja tras la muerte de Emilio Botín, pero hay que reconocer que de forma tímida. Al menos está claro que la llegada de Ana Botín a la presidencia no ha generado una desafección inmediata por parte de los inversores que arriesgan su patrimonio.

Presiones

Los primeros informes de analistas conocidos tras el fallecimiento de Emilio Botín tienen carácter neutral -no hay apuesta ni por la venta ni por la compra de títulos de banco- y la depreciación en el mercado ha sido muy moderada.En las dos últimas sesiones las acciones del Santander han perdido el 1,28% de su valor, pero bien es cierto que en un contexto de bajas generalizadas en la cotización de las principales compañías españolas y europeas.

Pero el sector financiero coincide en que Ana Botín apenas va a tener unos meses para demostrar que es la líder que necesita la entidad. «La clave va a estar en la próxima junta general ordinaria, la que suele celebrarse en marzo o abril -apunta un analista-, porque en ese momento arreciarán las presiones sobre ella. Si las cosas no van bien, allí comenzarán a escucharse las voces críticas y eso puede debilitar su posición».

Si la comunidad financiera se muestra vigilante, algunos representantes de grandes corporaciones españoles no han dudado en mostrar su apoyo total a la nueva presidenta del primer banco español. Incluso, el presidente de su principal competidor nacional, el BBVA, también lo ha hecho ya. «Por supuesto que está preparada», aseguró ayer Francviso González cuando abandonaba la casa familiar de los Botín en Santander.

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, tampoco dudó en asegurar que «es una magnífica profesional a todos los niveles y es difícil encontrar personas con su currículum para poder dirigir un banco como el Santander. Estoy seguro de que lo va a hacer muy bien», concluyó el primer ejecutivo de la compañía eléctrica vasca.