El Sanluqueño se llevó un varapalo en Alcalá. :: JESÚS SÁNCHEZ (DECANO DEPORTIVO)
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Soberbio revés en Alcalá para un Sanluqueño que sale goleado

El equipo de Puma ya perdía a los cinco minutos tras un gol de Ávila, y desde ese momento no fue capaz de encontrar el camino de la reacción

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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La primera en la frente. Derrota que escuece y mucho la que encajó ayer el Atlético Sanluqueño en su visita al CD Alcalá, en un partido en el que los de Antonio Racero, 'Puma', no fueron capaces de encontrar el camino de la reacción tras el tempranero gol de Carlos Ávila, a los cinco minutos de partido.

El tanto supuso un auténtico jarro de agua fría para los verdiblancos. Llegó tras un saque de esquina en el que la zaga visitante erró en las marcas y eso lo aprovechó el defensa sevillano para cabecear el balón al fondo de la red.

El Sanluqueño quiso echarse arriba para igualar la contienda y tuvo minutos de buen fútbol en los primeros compases, pero el cuadro de Juan Ureña se sentía cómodo sobre el campo y poco a poco iba minando la moral del contrario. Trabajo, sacrificio y orden táctico eran las señas de identidad que vertían sobre el campo los locales, y eso fue minando a un plantel verdiblanco que fue perdiendo fuelle con el paso de los minutos.

La jugada clave del partido se produjo a los 33 minutos. Una falta tonta de Oca dentro del área fue decretada como penalti por el colegiado Castro Soriano, y a Gonzalo no le temblaron las piernas para convertir el lanzamiento desde los once metros y abrir brecha en el marcador. El gol dejó KO a los de Puma, que hasta el descanso apenas fueron capaces de inquietar la portería defendida por Manu Toro.

Para colmo de males, cuando todavía no se había cumplido el cuarto de hora de la segunda parte, Oca volvió a ver otra amarilla y tuvo que enfilar el camino hacia los vestuarios, dejando a los suyos en inferioridad numérica.

Con el choque cuesta arriba, Puma apostó por poner toda la carne en el asador y dio entrada a Zafra para ganar velocidad y desparpajo arriba. El Sanluqueño se lanzó al ataque a la desesperada buscando un gol que lo metiera en el partido, pero los de Ureña no cedían ni un ápice de terreno y conformaban un muro imposible de franquear.

Cuando el partido enfilaba su recta final llegaría el tercero y definitivo, obra también de Gonzalo, que remató a placer frente al meta Fran, certificando de esta forma una goleada que deja muy tocado al equipo, que buscará resarcirse la próxima semana ante el Arcos.