Madina recoge velas y rechaza la consulta catalana

Un día después de haber afirmado que la consulta sobre la secesión en Cataluña le parecía bien «si hay posibilidades de pacto dentro de la legalidad», Eduardo Madina optó por recoger velas. Su manifestación había provocado toda suerte de comentarios porque rompía con el discurso ortodoxo del PSOE para situarle en posiciones más cercanas a las que durante los dos últimos años había defendido el PSC. Y para evitar que el asunto fuera a mayores, trató de frenar en seco la controversia a primera hora en su cuenta de Twitter. «Las consultas legales que acepto son las previstas en la constitución para el conjunto de España», escribió.

La declaración zanja, en principio, cualquier debate. Es obvio que en muchas de las federaciones de las que el aspirante a la secretaría general del PSOE pretende recabar apoyos (por no decir en todas, salvo en Cataluña) la ambigüedad en un tema tan sensible como este puede pasarle factura, como ya ocurrió con la aprobación del Estatut entre el electorado tradicional del partido en las generales de 2008.

Madina parte, en principio, con un sólido respaldo de Asturias y Extremadura que no se caracterizan, precisamente, por su transigencia en la materia. En ambas comunidades ha estado en los dos últimos días y ya trató de matizar sus palabras con la advertencia de que, a su juicio, lo que plantea Artur Mas es ilegal. Pero eso tampoco servía para poner punto final a las dudas que suscitaba su planteamiento.

El número dos del grupo socialista, en todo caso, siempre ha asegurado que él hace suya la propuesta de reforma constitucional aprobada por el PSOE y el PSC hace un año.