La visita de Susana Díaz a Chiclana, en el aire por temor a los exdelphi

Los incidentes protagonizados el pasado jueves en Cádiz por el colectivo de extrabajadores de Delphi han obligado a tomar medidas al PSOE. El colectivo provocó algunos destrozos en la sede socialista de la calle Ancha al intentar abordar al consejero de Presidencia, Manuel Jiménez Barrios, que, supuestamente, iba a participar en una reunión de partido. Fue necesaria la presencia policial en la zona. Los extrabajadores aprovecharon la ocasión para trasladarse hasta la Facultad de Económicas, donde estaba previsto que el coordinador general de IU en Andalucía, Antonio Maíllo, pronunciara una conferencia. El acto fue suspendido y también fue necesaria la presencia policial.

Esta situación ha obligado a la secretaria provincial del PSOE, Irene García, a pedir a la presidenta de la Junta que no acuda mañana domingo a Chiclana a la celebración de la Fiesta de Primavera. Destaca que ante los «extremos intolerables» en la «escalada de tensión» del conflicto abierto con los extrabajadores de Delphi, no es aconsejable su presencia. Explica que la Fiesta de la Primavera «es una jornada de convivencia de la gran familia de los socialistas de Chiclana y de buena parte de la provincia». Asimismo, justifica la solicitud de no asistencia a la presidenta de la Junta de Andalucía y secretaria general del PSOE-A «ante la posibilidad» de que su presencia «pueda utilizarse por alguien para tratar de enturbiar ese acto de confraternización». Por ello, recalca que ha solicitado a Susana Díaz que no acuda a la Fiesta de la Primavera.

Por su parte, el consejero andaluz de la Presidencia, Manuel Jiménez Barrios, condenó ayer enérgicamente los altercados del pasado jueves y dijo al respecto que «ese no es el camino». Aseguró que este tipo de acciones «quitan argumentos y razones» al colectivo. Es partidario de «reconducir» este asunto «por la vía del diálogo y la normalidad».

El coordinador de la Interparlamentaria del PSOE-A, Miguel Ángel Heredia, expresó ayer su «condena absoluta» a los altercados y recalcó que «de esta forma» no se puede resolver ningún conflicto. Heredia defendió que la Junta «siempre ha mostrado su disposición absoluta a negociar en este y en cualquier otro tema».

El vicepresidente de la Junta y responsable de Política Autonómica en la Ejecutiva Andaluza de Izquierda Unida, Diego Valderas, también ha terciado en este asunto y aseguró ayer que la situación de los extrabajadores de Delphi requiere «una alta sensibilidad» por parte del Gobierno andaluz, al tiempo que defendió que «hay que buscar las soluciones que en este momento puedan darse».

Por último, el presidente del PP de Cádiz, Antonio Sanz, expresó su «rechazo más absoluto y contundente» a las protestas desarrolladas el jueves por los exDelphi y dijo que «no son aceptables desde el punto de vista democrático». No obstante, apuntó que PSOE e IU están «obligados a responder de un compromiso que firmaron por escrito» con los afectados y que han «incumplido». Sanz es «consciente» de que hay «muchos nervios y mucha desesperación» por parte de las familias después de «muchos años de incumplimientos por parte de la Junta», si bien entiende que «no se pueden perder las formas». Insistió en que los «incumplimientos» de la Junta «no justifican» que se tomen medidas de ese tipo, recordando que se causaron daños en la sede del PSOE y que se impidió la celebración de un acto en el que estaba prevista la participación del coordinador general de IULV-CA, Antonio Maíllo.