Una plantilla de 62 trabajadores, dividida y con intereses encontrados

La semana pasada extrañó ver en televisión a un grupo de trabajadores del Fairplay Golf manifestándose a las puertas del Ayuntamiento de Benalup, exigiendo el cobro de sus nóminas a la empresa propietaria Zanona S. A. Por poca información que se tuviese del asunto ya era sabido que el Fairplay Golf & Spa entró en concurso de acreedores hace un par de años y que dos administradores concursales se habían hecho cargo de su futuro, una vez apartado al dueño de la gestión. A estas alturas de la quiebra, lo habitual es que los empleados dependan del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) para cobrar, pero en este caso se da la circunstancia de que han estado cobrando parte de su salario hasta diciembre de 2013. De los 62 empleados, los 51 que están contratados para el hotel y el spa defienden la gestión de los administradores concursales y esperan que los salve un comprador. El resto, 11 trabajadores asociados al campo de golf, confían que la comunidad de propietarios (de las 70 villas que se vendieron a alemanes y belgas) adquiera el campo de golf por el precio simbólico de un euro y los mantengan contratados. Para esto es fundamental que se desliguen del hotel. Éstos últimos son los que se manifestaron.