Vista general del Peñón y de las largas colas de entrada. :: AFP
CAMPO DE GIBRALTAR

España espera que Reino Unido haga cambiar a Gibraltar su ley sobre tabaco

La UE ha instado al Gobierno del Peñón ha endurecer los controles a la entrada y salida de la Verja para luchar contra el contrabando

GIBRALTAR. Actualizado: Guardar
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El secretario de Estado para la Unión Europea, Íñigo Méndez de Vigo, aseguró ayer en Ceuta que el Gobierno de España espera que Reino Unido recuerde y haga cumplir a las autoridades gibraltareñas las modificaciones que en su legislación sobre tabaco le ha instado a introducir la Unión Europea.

«Nosotros tenemos la obligación de combatir el contrabando, como ha acreditado la Agencia Europea de Lucha Antifraude, y vamos a atender las recomendaciones que se nos han trasladado sobre la atención que hacen colas en el Peñón pero igualmente esperamos que Reino Unido haga lo propio con las que ha recibido», declaró el alto cargo de Asuntos Exteriores.

En rueda de prensa, defendió que España sólo ha hecho con Gibraltar «lo que tenemos que hacer de acuerdo con los tratados existentes y el sentido común: respetar la legalidad». «La Unión Europea, adonde llevó el caso el primer ministro británico porque entendía que las cosas no estaban justificadas, nos ha dado la razón después de que nos pareciese bien ese campo de juego, en el que introdujimos el tema del tabaco a la vista de que en Gibraltar toda la población, hasta embarazadas y niños, debería fumarse 180 pitillos al día para consumir su volumen de importación», recordó.

Bruselas ha pedido una revisión de la ley gibraltareña del tabaco, de hace 16 años, para ajustarla a la normativa comunitaria en relación con los límites en las cantidades de tabaco que pueden sacarse del Peñón libres de impuestos.

Méndez de Vigo también ha justificado en el marco de «la obligación y el deber que tenemos de exigir que se cumpla la legalidad» las otras dos denuncias formuladas por España a las instituciones comunitarias por los supuestos «daños medioambientales» que causa Gibraltar en «dos zonas socioeconómicas que se superponen».

«Echar bloques de hormigón al mar sin contar con las autoridades españolas o construir un espigón con posibles afectaciones no es correcto y España tiene la obligación de exigir que se cumplan las normas sin dejar de tener una buena relación con Reino Unido», concluyó.