La presidenta recibe el alta médica, pero su regreso al poder es aún incierto

Más de un mes después de ser intervenida quirúrgicamente por un hematoma en el cráneo, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, recibió ayer el alta médica. No obstante, para su regreso gradual a la actividad habrá que continuar con la espera. La mandataria, que está en reposo en la residencia presidencial de Olivos, a escasos minutos de la Casa Rosada, fue trasladada el viernes a última hora a la Fundación Favaloro donde se le realizaron los controles médicos.

La evolución es «favorable» según el parte médico difundido ayer por las autoridades, en el que se señala que Cristina recibió «el alta neurológica y neuroquirúrgica». El traslado de la mandataria se realizó en automóvil y la jefa de Estado apenas pudo ser avistada en el interior del vehículo. Los profesionales de la Fundación, que la asisten desde el 5 de octubre -cuando consultó por fuertes cefaleas que derivaron en la operación- se tomarán hasta el lunes para evaluar «el ritmo de regreso a sus tareas habituales».

En el texto, leído por el secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro, se remarca, además, que pese al alta médica de la mandataria, aún rige «la prohibición de tomar aviones por los próximos 30 días». Recién el 9 de diciembre se reevaluará si se mantiene o no esa limitación para la jefa de Estado.