El presidente de la patronal, Juan Rosell, y Mariano Rajoy, antes de la asamblea general de la CEOE el 18 de junio. :: IGNACIO GIL
Economia

Las ETT advierten del «enquistamiento» de la precariedad «por muchos lustros»

Frente al optimismo del Gobierno con las últimas cifras de creación de empleo, anticipan que la ocupación caerá un 3%, al menos hasta octubre

MADRID. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Que los contratos indefinidos pueden convertirse en una 'rara avis' en el mercado laboral español no es solo una queja sindical. Lo avalan las últimas cifras publicadas tanto por el Ministerio de Empleo (julio) como por el Instituto Nacional de Estadística (segundo trimestre), que reflejan una «clara preferencia» de los empresarios por la temporalidad. El mes pasado, el 93% de las nuevas altas de trabajadores (1,41 millones) solo fueron posibles con un acuerdo temporal, ocho puntos más que hace un año.

Lo afirma la propia patronal de las empresas de trabajo temporal, Asempleo, que en su último informe de coyuntura publicado ayer advierte de que la «predominancia» de contratos temporales y a tiempo parcial en sectores «básicos» de la economía «debe ser compensada para evitar el enquistamiento de la precariedad por muchos lustros». Puede sonar a profecía pesimista, pero los datos respaldan su temor.

Casi cuatro de cada 10 contratos que se firmaron en julio fueron a tiempo parcial (562.876 frente a 935.511 de jornada completa), una preferencia que se viene repitiendo desde hace meses. No obstante, esta vez el porcentaje (37,5%) fue hasta cinco puntos superior a lo que sería habitual en este período donde, además, se registró una «intensa» caída de la contratación indefinida (-58,2% interanual). La salvedad es que estuvo «estrechamente relacionada» con el hecho de que en julio de 2012 se dispararon este tipo de acuerdos laborales por la regularización del empleo doméstico.

El recurso a la temporalidad y a la contratación a tiempo parcial -que se incrementó el segundo trimestre en 162.000 y 92.500 personas, respectivamente, según la última Encuesta de Población Activa (EPA)- es «propio de fases de incipiente recuperación del mercado laboral como la actual», advierten las empresas de trabajo temporal (ETT). Por ello -añaden-, «solo una mejora sustancial de las expectativas de actividad evitará que los despidos persistan entre los trabajadores indefinidos».

Sin embargo, no parece probable que tal situación se dé, al menos a corto e incluso medio plazo. El informe de Asempleo, realizado en colaboración con el grupo de Analistas Financieros Internacionales (AFI), ve dos escenarios posibles: una reactivación «sostenida» de la ocupación, o bien una creación de empleo estival que termina perdiendo su efecto positivo en el mercado por la recaída propia del último trimestre. «A día de hoy, el segundo es el más probable», afirman.

De hecho, su indicador avanzado apunta caídas de la ocupación «en el entorno del -3%», al menos hasta octubre. Es cierto que va en la línea de los últimos meses (tras registrar su mayor descenso mensual de 2013 en mayo, con un -4,4%, empezó a repuntar poco a poco), pero también que el optimismo declarado por el Gobierno sugería unas perspectivas mejores para lo que resta de año. Coinciden en este sentido las ETT en que habrá «una dilución progresiva de los efectos recesivos que afectan a la dinámica laboral»; sin embargo, observan «serias dificultades» para crear empleo en ramas ajenas al sector hostelero.

Y es que desde Asempleo apuntan que, si bien el aumento de ocupados en julio (149.000 más) rompió una serie de siete trimestres consecutivos de destrucción de empleo, tiene mucho que ver con ello la reducción de la población activa -la más elevada en un segundo trimestre desde el inicio de la crisis-, tendencia que se va a mantener.

Propuesta polémica

Tampoco habrá cambios en la prioridad que las empresas parecen dar hacia la «precariedad» en el empleo, como admiten las ETT y AFI. La CEOE propuso a mediados de junio en su asamblea general cambiar la ley para que los empresarios puedan «imponer» a sus trabajadores el paso de un contrato de jornada completa a otro a tiempo parcial. La patronal admitió que sería «una modificación sustancial» de las reglas del juego, aunque lo justificó como «una alternativa a los despidos objetivos» y, además, se haría solo «cuando concurran causas económicas, técnicas, organizativas o de producción» no precisadas.

Para los sindicatos, sin embargo, el único efecto claro sería un empeoramiento de las condiciones laborales y una pérdida de poder adquisitivo inmediata. UGT ve, además, «un contrasentido» que la CEOE pida al mismo tiempo aumentar las horas complementarias que pueden realizarse respecto al total de las recogidas en contrato, que pasarían así del 15% al 30%. Y denuncia que en España la contratación involuntaria a tiempo parcial representa el 62%, frente al 28% de media europea o el 18% de Alemania.