Muheres y familiares de los fallecidos lloran ante las ruinas del matadero. :: AFP
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Mueren cien trabajadores en una nueva ratonera china

La falta de medidas de seguridad convirtió el matadero de aves, engullido por las llamas, en un laberinto sin salida

SHANGHÁI. Actualizado: Guardar
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A las seis de la mañana de ayer el matadero de aves de la ciudad de Dehui, en la provincia norteña de Jilin, estaba a rebosar de trabajadores. Era el momento en el que coincidían dos turnos, unas 350 personas. «Acababa de entrar a trabajar con otros cien empleados en una de las dos instalaciones del edificio. Poco después alguien gritó '¡corred!', y corrimos hasta la puerta, que estaba a unos 40 metros de mi puesto. De repente, las luces se apagaron y todo quedó a oscuras». Poco después, Wang Fengya, una trabajadora de 44 años que ayer contó lo sucedido a la agencia de noticias oficial de China, Xinhua, vio las «grandes llamas» que pronto crearon una gran columna de humo y calcinaron la planta avícola.

Wang tuvo suerte y solo sufrió quemaduras leves, pero al menos 119 trabajadores del matadero murieron en el interior de la empresa Jilin Baoyuanfeng Poultry. Algunos podrían haber perecido aplastados. Y podría haber sido mucho peor, porque la compañía empleaba a 1.200 personas, pero estaba funcionando lejos de su capacidad máxima por la caída del consumo de pollo que ha provocado la nueva cepa de gripe aviar.

Según las investigaciones iniciales, los elementos que provocaron la tragedia fueron la falta de medidas de seguridad, el hecho de que las puertas estaban cerradas y el intrincado interior de la nave prefabricada. Lo que no está claro es cómo se inició el fuego.