Los futbolistas del Cádiz Juvenil mantean al entrenador tras consumarse el ascenso a División de Honor. :: FRANCIS JIMÉNEZ
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El Cádiz Juvenil recupera el honor

El equipo de Pepe Bermúdez consuma el ascenso a la máxima categoría ante el Goyu RiuLos goles de Pepe e Israel sellan el triunfo de los jóvenes gaditanos, que celebran eufóricos el regreso a la categoría perdida

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Sobre el mismo césped que el pasado año se regó de lágrimas, el Cádiz Juvenil recuperó el honor. La categoría perdida, aquella que jamás se debió abandonar, acogerá la próxima temporada a una de las joyas de la cantera gaditana. Un equipo, una familia, solvente, comprometida, con varias perlas de enorme calidad que de continuar con su progresión marcarán el futuro del club. Y en el banquillo, un técnico humilde, de la casa, Pepe Bermúdez, que cedió el protagonismo a sus pupilos en un ascenso que era algo más que una obligación.

La Ciudad Deportiva se preparaba para la fiesta. El conjunto local ha arrasado desde el inicio de la competencia, pisando con pie firme, dejando la señal de sus botas en cada enfrentamiento. Es líder destacado de su grupo en la Liga Nacional con una amplia ventaja sobre sus competidores. Un triunfo ante el Goyu Ryu le aseguraba el objetivo, el regreso a División de Honor. Y los cachorros cadistas no estaban dispuestos a fallar a su afición.

La diferencia entre ambas escuadras es manifiesta, palpable en la clasificación. Pero el cuadro ceutí venía dispuesto a aguarle la fiesta a los amarillos. El adversario, en la zona media, destaca por su carácter aunque se encuentra varios peldaños por debajo del Cádiz en cuanto a calidad.

El juvenil gaditano saltaba al tapete artificial consciente de todo lo que se jugaba, y la responsabilidad atenazaba las piernas de las jóvenes promesas. Aún así, los chicos de Bermúdez comenzaban mandando, agarrados a la posesión del balón, pero el fuerte viento que soplaba en contra impedía triangular con precisión. El central Álvaro daba el primer aviso cabeceando un córner que se estrellaba en la madera y a continuación lo sacaba el meta rival.

Con más intención que juego dominaba el choque, pero el Goyu Ryu se defendía bien. Sólo las apariciones entre líneas de Israel Úbeda inquietaban al rival, que no miraba aún a la puerta contraria. Y en el ecuador del primer asalto se rompía el partido. Una buena acción por banda derecha de Jacobo acababa en un centro a media altura que remataban al alimón Pepe Aragón y Jesús.

El gol consumaba el ascenso de categoría. Quedaba guardar ese resultado, y el encuentro se hacía interminable. Toda la temporada pasaba por la mente de los futbolistas. El Cádiz Juvenil daba el paso atrás, cedía el esférico a los ceutíes y comenzaba a sufrir, más por imprecisiones propias que por el peligro que podía generar el rival. El Goyu Ryu disfrutaba de una buena ocasión y Galindo disparaba demasiado cruzado antes de que acabara la primera mitad.

La dinámica no cambiaba tras el descanso, y se temía que los ceutíes prolongaran la espera. Bermúdez movía el banquillo, y con la entrada de Cintas y el cansancio del adversario el Cádiz tomaba de nuevo el mando. Heredia daba profundidad a la banda izquierda, el segundo se mascaba. Israel campaba a sus anchas y, después de que el guardameta desbaratara algunas ocasiones, el de Alcalá de los Gazules enganchaba un disparo desde la frontal del área que se colaba por la izquierda. Golazo para poner la guinda a una excelente campaña. La alegría se desbordaba en El Rosal. La tensión se transformaba en euforia y el equipo amarillo festejaba el ascenso a la División de Honor. Sólo ha sido un año de penitencia.