La venta de boinas rojas y camisetas invade las calles

El Gobierno venezolano trata de actuar con normalidad ante la ausencia de Hugo Chávez, 58 años, mientras en las calles la mercadotecnia chavista se extiende en carteles, pancartas o camisetas pero también en improvisadas pintadas que recuerdan a quien durante 14 años ha sido su líder insustituible, aunque amado y odiado con similar intensidad.

Las réplicas de la famosa boina roja -de cuando Chávez se presentaba como el «gallo de la cresta colorada» y que llevó durante el fallido golpe de Estado contra Carlos Andrés Pérez- es una de las más demandadas. También el color rojo predomina en camisas y camisetas. Uno de los vendedores, asegura que no son los típicos recuerdos que uno compraría en la plaza San Pedro del Vaticano, sino que la gente los compra porque «le nace y de corazón quiere tenerlo». Tampoco faltan velas por su recuperación en improvisados altares. En los barrios más populares, donde Chávez tiene la gran mayoría de sus simpatizantes, no quieren ni pensar en que muera.

Desde La Habana, donde Chávez fue operado el pasado 11 de diciembre, 2.200 intelectuales cubanos y de otros 90 países se solidarizaron ayer en un manifiesto de la Red de Intelectuales, Artistas y Luchadores sociales en Defensa de la Humanidad. En el escrito queda patente que confían en que «Chávez logrará vencer todas las dificultades» y que «muy pronto retomará sus tareas cotidianas en la conducción de la revolución bolivariana hacia el socialismo».