El aeropuerto estrenó en 2011 nuevas instalaciones, sin embargo, la sensación que reina en muchos momentos de año es la de la soledad. :: LA VOZ
CÁDIZ

El peor año del aeropuerto

El aeródromo, que en 2011 había conseguido frenar la sangría originada con la crisis, no registraba un dato tan malo desde 2003

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Es la principal infraestructura turística de la provincia, la puerta de entrada de miles de visitantes pero, cada vez, de un número menor. El aeropuerto de Jerez despedirá el año con la peor cifra de visitantes de la última década y lo que es más preocupante, sin llegar ni siquiera a rozar el millón. El umbral que distingue a los aeródromos rentables de los que no, en una época en la que se examina con lupa la conveniencia de inversiones millonarias para proyectos mastodónticos y se crucifica a aquellos que se realizaron en tiempos de bonanza y son ahora un lastre para las administraciones competentes. Este verano, la plantilla del aeropuerto jerezano mostraba su preocupación por la sangría de pasajeros. Opera la ley de la oferta y la demanda. A menor tránsito, menos trabajadores. Y aunque la advertencia se quedó en ese nivel, los datos que arrojan el informe de este año 2012 son para encender el piloto de emergencias.

El aeródromo ha acumulado hasta el 30 de noviembre el paso de 880.380 personas, lo que hace imposible que se consiga igualar la cifra de 2011, que ya entonces fue la peor registrada desde el 2004. La parte positiva del ejercicio anterior es que se había conseguido frenar la caída originada por el inicio y el desarrollo de la crisis económica. Así, el descenso del número de personas que cogieron un vuelo en La Parra en 2011 fue casi insignificante. Se pasó del 1.043.1163 de pasajeros de 2010 a los 1.032.493 del año pasado.

Dudas

Sin embargo, al cierre del 2012 el bajón volverá a ser estrepitoso, en torno al 10% en referencia al 2011. El comportamiento del aeropuerto en el mes de diciembre, que de media registra el paso de menos de 40.000 pasajeros, cierra la cuenta más triste para el aeródromo, que no bajaba del millón desde el 2003, cuando sumó poco menos de 850.000 personas en tránsito.

En cualquier caso, los datos señalados eran más que previsibles. Sobre todo a partir del verano, en cuyos meses ya se hablaba de la peor estación de los últimos seis años. Comprobar el listado de vuelos que operan a día de hoy en La Parra es más desolador si cabe. Solo tres destinos: Barcelona (Ryanair), Madrid (Iberia) y Palma de Mallorca (Air Berlin).

Lo cierto es que esta temporada alta las instalaciones jerezanas había mantenido el número de conexiones con respecto al año anterior, a pesar de los esfuerzos de la dirección del aeropuerto y las administraciones -el año comenzó con una reunión entre el director, Rafael Reyna, y el presidente de Diputación, José Loaiza, para tratar diferentes asuntos relacionados con la terminal jerezana- por arañar algún nuevo destino en un año especialmente turbulento para las compañías. No obstante, la programación de este estío tuvo pocas novedades con respecto al 2011. Se perdió un destino nacional, Valencia, pero se ganó otro internacional, Colonia. A esto hay que sumar el varapalo causado semanas antes del inicio de dicha temporada de verano por la decisión de la aerolínea irlandesa Ryanair de suspender la ruta Jerez -Madrid por «razones comerciales». Hasta entonces, había dejado de enlazar con la capital española solo en el periodo invernal.

Ese anuncio no hacía sino confirmar otra teoría matemática. La Parra no funciona para algunas compañías aéreas porque están instaladas en otras sedes cercanas como Sevilla o Málaga. En este río revuelto no es de extrañar las dudas de Iberia Express (la filial de bajo coste de Iberia) por instalarse en Jerez o que aún no se haya tenido noticias de una antes más que probable ruta que uniera la provincia gaditana con la ciudad belga de Brujas.

Por poner la nota positiva a un ejercicio que corría tibio hasta el jarro de agua fría que supone constatar el descenso estrepitoso de viajeros, reseñar dos cuestiones. De un lado, y como consecuencia lógica de la estacionalidad de las rutas, la noticia que dio a conocer Aena en abril de que el aeropuerto de Jerez fue, junto al de Agoncillo-Logroño y Melilla, los únicos que aumentaron sus operaciones. Entonces, los vuelos se incrementaron en Jerez un 15,3%. Y por otro, y quizá mucho más interesante para atraer a pasajeros y operadores, el dato de que La Parra solo verá sus tasas aumentadas en un 1,75%, mientras que la media nacional de la escalada de precios se sitúa en el 10,2%.