Economia

El Gobierno aprecia «signos positivos» en la última caída de la actividad económica

La recesión se acentúa un 0,3% en el tercer trimestre, una décima menos de lo previsto por el Banco de España

MADRID. Actualizado: Guardar
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La economía española agrandó su recesión en el tercer trimestre del año, aunque lo hizo de forma algo menos intensa. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el Producto Interior Bruto (PIB) sufrió una caída adicional del 0,3% respecto del segundo trimestre, una décima menos de lo previsto por el Gobierno y el Banco de España. En términos interanuales, el retroceso alcanzó el 1,6%. El Ejecutivo ve aspectos favorables en esa moderación del deterioro, entre ellos la ganancia de competitividad y el buen comportamiento de las exportaciones.

El secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, detalló que «pese a la caída del PIB existen signos positivos, es una caída de menor intensidad, hay una mejora importante de la competitividad y las exportaciones de bienes y servicios», que ha permitido a España tener «capacidad de financiación» sobre el resto del mundo. Ese saldo positivo ascendió, en el tercer trimestre a 3.243 millones, frente a unas necesidades de 6.075 millones un año atrás.

El Ministerio de Economía explicó en una nota que esos mismos factores «están en la base de la recuperación futura de la economía española». Futura pero no inmediata. Jiménez Latorre aseguró que la actividad volverá a crecer «en la segunda mitad de 2013», pero no concretó si la salida del túnel será en el tercer o cuarto trimestre. El Gobierno estima que ese año el PIB caerá un 0,5% respecto de 2012, un pronóstico tachado de «optimista» por los analistas y servicios de estudios, que elevan el deterioro al 1,5%.

Entre julio y septiembre la economía cayó menos de lo esperado, en parte porque la contracción del consumo de los hogares se moderó hasta el 0,5%, frente al 1% de abril-junio. A esa amortiguación ayudó la subida de tipos del IVA que entró en vigor en septiembre y que provocó muchas anticipaciones de compras, admitió el secretario de Estado. Pero ese mismo factor habría jugado en contra del consumo privado en el último mes del año, con los tipos más altos ya en vigor.

Hundimiento

Lo que siguió hundiendo el PIB fue el consumo de las Administraciones Públicas, que marcó un retroceso del 2,4%, cuatro veces mayor al del segundo trimestre. El Gobierno considera esa evolución «consistente» con la intensificación de las medidas de ajuste en el segundo semestre, encaminada a cumplir el objetivo de reducir el déficit al 6,3% del PIB al final del ejercicio.

La formación bruta de capital sufrió un deterioro del 1,4%, menos de la mitad que en el anterior trimestre. Ese menor debilitamiento obedeció a que la inversión en bienes de equipo creció un 0,6% intertrimestral, mientras la inversión en construcción moderó 1,1 puntos su contracción, hasta el 2,8%.

En términos interanuales, la mayor alegría de la contabilidad nacional llegó de nuevo del sector exterior. La demanda externa neta continuó su evolución positiva y aportó 2,4 puntos a la tasa interanual del PIB en el tercer trimestre. Un crecimiento que, sin embargo, no bastó para compensar la debacle de la demanda nacional, que restó 4 puntos al PIB.

789.000 empleos menos

El empuje del sector exterior es fruto de la aceleración de las exportaciones, que aumentaron un 4,3% interanual (1,4 puntos más que en el segundo trimestre). Ese avance deriva de la mejora de las ventas fuera de bienes (3,7%) y de servicios (5,5%). El dinamismo exportador también queda patente en la comparación trimestral. Las exportaciones pasan de crecer un 1,7% en el segundo cuarto del año al 4,8% en el tercero. Las importaciones, por su parte, disminuyeron un 3,5% interanual. Sobre el trimestre anterior aumentaron un 2,4% debido a los adelantos a la subida del IVA.

El empleo, medido en términos de puestos de trabajo a tiempo completo, disminuyó un 4,6% interanual. Resultado que, según el INE, supone la destrucción de 789.000 puestos netos en los últimos doce meses. La contracción del personal ocupado se agudizó en el empleo asalariado (hasta el 5,5%). El no asalariado registró una tasa positiva del 1,5%. También continuó el deterioro de las rentas. La remuneración de los asalariados pasó de caer un 5,1% en el segundo trimestre al 5,5% en el segundo.

El INE revisó los resultados del PIB del primer y segundo trimestres. El primero agrandó una décima sus respectivas caídas trimestral y anual, al 0,4% y 0,7%. En el segundo se mantiene el descenso trimestral del 0,4%, pero el anual aumenta una décima, hasta el 1,4%.