Incongruencias ante la huelga

La postura de los dos sindicatos mayoritarios en España, CCOO y UGT de cara a la huelga general de mañana es, cuanto menos, incongruente. Piden a los españoles que no acudan a sus puestos de trabajo como medida de rechazo a la reforma laboral del gobierno del Partido Popular, pero sin embargo ellos mismos están aplicando en sus organizaciones las medidas contra las que se rebelan.

En UGT Cádiz se está negociando una serie de medidas con los trabajadores, entre las que se incluyen una reuducción de la jornada -y consecuentemente, del salario-, a la mitad. En caso de no aceptar, pueden ser despedidos con 20 días por año trabajado. La medida aprobada por el gobierno y que califican de «nefasta y contraria a la sociedad». En CCOO están esperando precisamente a que pase la huelga para empezar a tomar medidas similares a nivel nacional. ¿Con qué autoridad pueden entonces pedir a nadie que secunde la huelga? Ayer, el secretario general de los populares en la provincia, Antonio Saldaña, mostraba su incredulidad ante este doble discurso, que se produce también en los partidos que actualmente gobiernan en Andalucía, PSOE e IU.

La pasada semana, Diego Valderas estuvo en Cádiz explicando su postura de cara al 14-N y su discurso no pudo ser más ambiguo. Por un lado instó a los ciudadanos a no ir a trabajar, pero aseguró que él si lo haría.

Esta falta de congruencia en el mensaje de unos y otros es lo que puede hacer que la huelga general convocada para mañana sea la menos secundada de la historia. Eso y el hecho de que, concretamente la provincia de Cádiz, no puede permitirse perder un día de producción con el delicado momento que atraviesa su economía.