Imagen del Ayuntamiento, que sobresale de los tejados del centro histórico de San Fernando. | C. C.
SAN FERNANDO

La rehabilitación del Ayuntamiento está pendiente de la Junta para culminarse

La Administración autonómica estudia la propuesta municipal para cambiar el proyecto y fasear la obra reduciendo los costes a la mitad

SAN FERNANDO. Actualizado: Guardar
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El alcalde, José Loaiza, expuso hace unos días a los responsables autonómicos de Fomento, Vivienda, Turismo y Comercio, las pretensiones del Gobierno que preside respecto al futuro del Palacio Consistorial isleño y que pasan por la reforma del edificio desechando, por tanto, el proyecto existente y que perseguía 'vaciar' todo el inmueble para en su lugar construir unas nuevas dependencias.

El coste hace que esa propuesta sea del todo «inviable», por lo que Loaiza recordó que la idea municipal de fasear el arreglo del Ayuntamiento rebaja de manera sustancial el presupuesto de ejecución, que prácticamente se reduce a la mitad (de 18 a 8 millones) para que la inversión, compartida a medias entre la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento en virtud del convenio suscrito hace ahora diez años, sea creíble en los tiempos que corren.

«Esperamos que, tal y como se han comprometido, este asunto sea estudiado por los responsables autonómicos de esta actuación y podamos sacar adelante la rehabilitación de nuestro Consistorio», apuntó Loaiza.

Dividir el proyecto en distintas etapas permitirá también que las obras se lleven a cabo poco a poco, conforme a la realidad económica de las administraciones autonómica y local. Pero además posibilitará la recuperación, apertura y uso de estos espacios municipales de una manera progresiva, a medida que se van completando las distintas fases de la actuación.

El objetivo no es otro que el Ayuntamiento pueda abrir sus puertas aunque sean determinadas estancias o plantas, lo que permitiría también deshacerse de diferentes alquileres para oficinas y delegaciones, que lastran las arcas municipales.

Para fasear las obras de rehabilitación del Ayuntamiento es necesario revisar nuevamente el proyecto redactado y adecuarlo a este nuevo propósito. El Ayuntamiento cuenta ya con un estudio preliminar de las obras, un documento que servirá de base para la redacción de un anteproyecto. Una tarea que ya se está estudiando abordar y de la que se espera sacar los plazos para llevar a cabo esta ambiciosa actuación. Precisamente, ése ha sido siempre uno de sus principales problemas, más aún en la época actual. Los problemas económicos de las administraciones complican que pueda asumir los costes necesarios para comenzar la obra. La Junta de Andalucía siempre había presumido de de que contaba con la partida y solo esperaba a que el Ayuntamiento pusiera su parte para que la reforma fuera una realidad.

Buscar soluciones

Sin embargo se negó a las diferentes propuestas planteadas por la Administración local. De hecho se elevó una a Hacienda en la que se exponía la posibilidad de que en vez de fasear la obra se faseara el dinero a dar por el Consistorio, es decir que la Junta adelantara su aporte para que se fuera haciendo la actuación, mientras que el Ayuntamiento aportaba partidas anuales para que continuara y finalizar en varios años.

No puede ser y se busca otra alternativa. De esta manera, se ha dividido la obra en cuatro fases. La primera es la de consolidación, lo que significa preparar edificio para las obras diseñadas y la reorganización de las estancias. El resto de la actuación se hará por plantas, lo que facilitará el uso progresivo de las instalaciones. La siguiente fase, de esta forma, sería la primera planta y el bajo para luego, a continuación, seguir con la segunda planta y, por último con la tercera.

Por supuesto también se procederá al arreglo de la fachada, una de las partes más llamativas pues se plantea la recuperación de los tonos rojizos y dorados en el revestimiento exterior. Entre las opciones que se plantean para abordarlo se encuentran la de realizar fases e ir poco a poco rehabilitando la fachada por etapas, desde la planta baja hacia arriba. O por dejar toda la fachada para el final de la intervención, lo que supondría una larga espera para poder ver el resultado.