Ken Follett, acompañado de varios 'milicianos' de la Guerra Civil española, presenta su nuevo libro 'El invierno del mundo'. :: ALBERTO FERRERAS
Sociedad

«Doy emociones al lector, no lecciones»

Equipara la crisis de los años 30 y la actual, para advertir de que en esta situación «la gente se gira hacia partidos de posturas extremas»Ken Follett presenta en España 'El invierno del mundo', segunda entrega de su ambiciosa trilogía sobre el siglo XX

MADRID. Actualizado: Guardar
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«No soy más listo que mis lectores». Haciendo gala de tanta modestia como inteligencia, Ken Follett (Cardiff, 1949), el rey Midas de la ficción, regaló ayer este halago a sus millones de lectores. Lo hizo al presentar 'El invierno del mundo' (Plaza & Janés), la esperadísima segunda entrega de su trilogía sobre el siglo XX. A la venta en España desde hace tres semanas, ha colocado ya 200.000 ejemplares. Se han distribuido otros 600.000 del que será uno de los libros del año y confirmará de nuevo a Follett como el autor preferido del lector español. Lo constatan las encuestas que desde hace años colocan a 'Los pilares de la tierra' como el título preferido de un narrador que no reconoce límites. «Siempre quiero más lectores», dice entre flemático y desafiante, avalado por la venta de 130 millones de copias de sus libros.

La llegada del escritor galés generó una expectación reservada a las estrellas de cine, en los jardines de la Embajada de Italia, en Madrid. Trajeado, con corbata morada, llegó en la cabina de un camión militar de la Guerra Civil española, escoltado por varios milicianos que descubrieron los ejemplares de su gruesa novela -casi un millar de páginas-, que estaban en una caja de municiones sobre un decorado de sacos terreros.

Era el particular homenaje de Follett a sus diez millones de fieles lectores españoles y un guiño al capítulo de la novela que transcurre en la batalla de Belchite, durante nuestra incivil contienda. Dos de los protagonistas luchan en las brigadas internacionales en la villa aragonesa, escenario que Follett recorrió hace meses y que le causó «una honda impresión». «Una emoción más fuerte que ante las ruinas del Londres aniquilado por las bombas».

No quiere Follett «dar lecciones al lector» sino confrontarle con emociones y hechos. «Mostrarle qué ocurrió en Belchite por ejemplo». «El lector no me necesita para sacar sus propias conclusiones. No soy más listo que mis lectores, bien formados y muy inteligentes. Solo les muestro lo que pudo suponer vivir a través de las grandes crisis del siglo XX», plantea. «Es casi imposible dar gato por liebre al lector, colocarle propaganda o mensajes políticos», afirma.

«Quiero lograr que el lector apague la tele y se sumerja en una historia apasionante. Y eso solo se logra dando emoción», insiste Follett, que en este libro narra la batalla planetaria contra el fascismo. Es «una lucha global» y «el alma de la trilogía» dado que «el conflicto fue realmente universal y afectó a todos los países». Estima que «la historia europea hubiera sido distinta si no hubiera vencido Franco, pero es difícil decir hasta qué punto».

'El invierno del mundo' recorre así el siglo XX a través de la historia de las cinco familias de 'La caída de los gigantes'. Son los hijos de sus protagonistas quienes, por medio de sus luchas personales, políticas y militares, reflejan unos años que cambiaron el mundo. Desde el ascenso del Partido Nazi en 1933, preludio de la Segunda Guerra Mundial, hasta el inicio de la guerra fría, en 1949. De la mano de los William, Fitzherbert, Peshkov, Ulrich y Dewar, el lector viaja por acontecimientos que marcaron sus vidas en un mundo que se desmorona. De la próxima entrega solo sabemos que el título inglés será 'Edge of eternity' que transcurrirá de 1961 a 1981, los años de la guerra fría entre la construcción y la caída del muro de Berlín y que «también tendrá unas mil páginas».

Optimista

Militante activo y comprometido con el laborismo británico, Follett se moja en sus análisis y traza un claro paralelo entre los convulsos años 30 y el periodo actual. «Tenemos hoy dos necesidades: integridad económica y diversidad cultural. Pero en tiempos de presión económica, la gente se gira hacia partidos de posturas extremas», lamenta. «La diferencia hoy es que los europeos confían mucho más en la democracia. No necesitamos eliminar nuestras instituciones políticas, soy optimista y creo que las cosas se resolverán», plantea. «Creímos que habría solución para el problema de los ciclos económicos y nadie da con ellas; si la tuviera yo, estaría en la Comisión Europea y no sería novelista», ironiza.

Follett se reta a sí mismo y quiere con cada novela «más lectores y más ventas que la última vez». «Ni sé dónde está mi límite ni creo que haya que ponerlo. Si escribo un libro cada vez mejor venderé más», dice risueño. De jubilación, «ni hablar». «Me encanta mi trabajo y hacer que el lector disfrute con él está en mi naturaleza», se ufana. «Con cada línea pienso en el lector, pero no miro qué libros se venden bien. Sé que si generó una reacción emocional tendré éxito y comprarán mi historia. Jamás pienso si la gente quiere leer una historia sobre un colegio donde los niños son magos o sobre vampiros», alude al 'Harry Potter' de J. K. Rowling y a la saga 'Crepúsculo' de Stephenie Meyer. «No me interesan las críticas», dice sobrado, «pero estoy atentísimo a los mensajes de mis lectores».