CÁDIZ

La Junta agota el último cartucho con la empresa que quiere invertir en Delphi

Puede haber un principio de acuerdo en el tema de los costes salariales, pero el problema surge ahora con la cesión de los terrenos, que están en proceso concursal

CÁ DIZ. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Sigue el movimiento en relación a la empresa asiático-americana que quiere instalarse en los antiguos terrenos de Delphi. El viceconsejero de Innovación, Luis Nieto, tenía previsto celebrar ayer una reunión con los representantes sindicales de los extrabajadores de Delphi, sin embargo, este encuentro se aplazó a última hora hasta mañana miércoles, debido a una cita paralela que surgió por videoconferencia entre la propia Junta y la dirección de Beijing West Industrias (BWI), con sede en Estados Unidos. Las negociaciones para que este grupo de capital asiático se instale en la Bahía no son un camino de rosas. La compañía ha mostrado un gran interés por fijar en Puerto Real su nuevo centro europeo de componentes de la automoción.

Sin embargo, las negociaciones han sido una carrera de obstáculos. La compañía reconoció en un primer momento la urgencia de la inversión ante un fuerte contrato con Opel para desarrollar amortiguadores y rodamientos. Esta multinacional compró en 2009 la línea de chasis de Delphi y sabe que la planta gaditana es perfecta para sus nuevos intereses. Tienen previsto fabricar cuatro millones de piezas y dar empleo a 143 personas en una primera fase. El contingente de exDelphis que aún sigue sin recolocar, casi 600 personas, tendría preferencia en la contratación.

Pero lo que todo parecía ir sobre ruedas se ha ido torciendo conforme se han conocido las condiciones que exigía la compañía para asentarse en la Bahía. La Junta se mostró a favor de exenciones fiscales y de ayudas a la inversión para garantizar así el aterrizaje de BWI. No había problemas en este asunto, sin embargo, los ejecutivos asiáticos destacaron que los altos costes salariales de España, y más concretamente del convenio del metal gaditano, impedían su presencia en la Bahía. Primer revés.

Su oferta era pagar el salario mínimo interprofesional, unos 650 euros, frente a los 1.200 euros que recoge el citado convenio. Este contratiempo tuvo una respuesta ejemplar por parte de los extrabajadores de Delphi, que se mostraron a favor de negociar esta solicitud y, además, a trabajar en la empresa por debajo de los mil euros. Pese a todo, la multinacional embarcó de nuevo la pelota en el tejado de la Junta y dijo que la diferencia salarial podría sufragarla la Administración regional. En este tramo de las conversaciones, la dirección de BWI hizo el amago de retirarse, aunque las conversaciones han continuado.

El polémico tema salarial podría estar en vías de solución, sin embargo, surge ahora otro revés en la negociación. En este caso se trata de la titularidad de los terrenos de Delphi.

La Junta no puede cederlos alegremente, ya que no son de su propiedad y, además, se encuentran afectados por un proceso concursal. Este es el segundo 'round' de las negociaciones y objeto ayer de la videoconferencia con Estados Unidos. La Junta busca ahora una fórmula alternativa para que la empresa ocupe la fábrica. El Juzgado de lo Mercantil de Cádiz tiene la última palabra en este sentido, pero cabe recordar que la deuda que dejó Delphi en la Bahía supera los diez millones de euros y la tasación de los terrenos asciende a unos trece. Una de las alternativas que están sobre la mesa es la posibilidad de arrendarlos a BWI. Los extrabajadores de Delphi siempre reivindicaron que el suelo de la factoría estuviera fuera del concurso de acreedores y en manos de la Junta, pero para ello, la Administración regional tenía que haberlos comprado. Ahora hay que llegar a una solución especial y BWI no está dispuesta a pagar por los terrenos.