Chiclana

Chiclana, el rincón que lo tiene todo

La ciudad, famosa por sus playas, tiene una rica gastronomía y un gran patrimonio históricoUn repaso por esta localidad de la costa permite descubrir unos tesoros que incluyen todos los atractivos turísticos

CHICLANA. Actualizado: Guardar
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Pocos lugares en España igualan a Chiclana en cuanto al amplio abanico de posibilidades que ofrece como destino ideal para una escapada o para disfrutar de unas largas vacaciones y un descanso. Prueba de ello es que esta ciudad de algo más de 80.000 habitantes se ha consolidado como uno de los lugares turísticos predilectos de españoles y extranjeros.

Playas de arenas finas, campos de golf, rutas, senderos, gastronomía, espacios naturales, parajes, patrimonio, una completa programación de ocio y cultura y un sinfín de sensaciones hacen que la estancia del viajero se convierta en una experiencia inolvidable. Además, Chiclana conserva las características de un típico pueblo costero, conjugándolas a la perfección con un cuidado desarrollo turístico basado en el respeto al medio ambiente y esa amplia oferta de cultura y ocio.

Uno de los tesoros más codiciados de Chiclana resulta, sin duda, sus ocho kilómetros de playas de arenas blancas y textura suave, su mar azul y limpio, y sus completos servicios, características todas que han hecho que La Barrosa y Sancti Petri dispongan galardones como la Q de calidad turística, la bandera Azul, la Ecoplayas y el certificado ISO 14.001.

Estas playas se encuentran rodeadas de salinas y abundantes zonas verdes de pinares, de alto valor ecológico, que merecen una visita pausada al atardecer, momento del día que también resulta ideal para participar de las románticas puestas del sol que ofrece la costa chiclanera. Puestas de sol que son una auténtica maravilla de la naturaleza, donde el resplandor del sol de poniente se transforma en una luz con modalidades rojas, anaranjadas y amarillas y va desapareciendo deslizándose sobre la silueta del islote de Sancti Petri, donde se sitúa el famoso Castillo de Sancti Petri.

Alternativas

Chiclana también es deporte. Sus infraestructuras, la situación estratégica de sus equipamientos deportivos, muy cerca de la zona hotelera y la alta calidad de los servicios que presta han hecho de esta ciudad un lugar idóneo para los amantes de las más variadas disciplinas deportivas. Y si a esto se añade la idoneidad del clima, la práctica del deporte al aire libre se transforma aquí en una experiencia inigualable. El mapa deportivo chiclanero muestra modernas y destacadas instalaciones que han llamado la atención no sólo de aficionados sino también de destacados profesionales y clubes que eligen Chiclana como destino de su stage o de sus escuelas deportivas. En definitiva, todo un mundo de posibilidades para practicar deporte. Desde la natación hasta la vela, pasando por el remo, el surf, el windsurf, el golf, el atletismo, el fútbol, el tenis, la equitación, el ciclismo, y un largo etcétera, donde la satisfacción siempre está asegurada.

Otra de las joyas de Chiclana, un clásico en la ciudad, es su balneario que viene prestando sus servicios desde 1803, aportando sus aguas sulfurosas del manantial indiscutibles beneficios a la salud. Además de los tratamientos convencionales, el balneario actúa como un excelente relajante y un magnífico tratamiento de belleza. Todo de la forma más natural.

La belleza de sus playas y sus innumerables actividades no ensombrecen sus atractivos históricos. Por ello resulta imprescindible para el visitante sumergirse en el casco urbano del municipio, merece tomarse un tiempo y realizar un paseo placentero para conocer su rico y variado patrimonio cultural, compuesto por la Iglesia de San Juan Bautista, bello ejemplo del neoclásico, acompañado desde muy cerca por el Arquillo del reloj, otro de los edificios emblemáticos de Chiclana y ejemplo de construcción con piedra ostionera. El barroco tiene presencia a través de la iglesia y convento de Jesús Nazareno, cuya portada barroca, genovesa, de mármol de Carrara, es una de las más bellas de la provincia. En este convento, las monjas de clausura, las agustinas recoletas, elaboran la famosa y demandada torta de almendras. El templo más antiguo (siglo XVI) es la Ermita de la Vera Cruz.

Imperdonable sería para el visitante no pararse a disfrutar de la también rica y variadísima gastronomía chiclanera. Un breve recorrido por esta gastronomía podría comenzar por sus apreciados productos hortícolas, sus mariscos y sus pescados de «estero». También destacan sus embutidos, que siguiendo procedimientos artesanales, ofrecen especialidades como la butifarra, chicharrones, longaniza o morcilla muy apreciados. El vino de Chiclana es, sin lugar a dudas, la aportación más notable de la cuidad en este campo. Vinos blancos finos y moscateles.