Rajoy explora con Van Rompuy alternativas al segundo rescate

La cruzada de Mariano Rajoy para que se aceleren los pasos hacia la unión bancaria y fiscal empieza a rendir frutos. El presidente del Gobierno abandera esta causa en la confianza de que, si los mercados perciben señales de una clara voluntad de los líderes políticos de apoyar a los países periféricos con medidas muy concretas, la presión sobre la deuda podría relajarse. Se trata de explorar alternativas a la petición de un segundo rescate, después del bancario.

Por el momento, Rajoy ya ha conseguido que el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, le haya colocado en primer término en la ronda de contactos bilaterales preparatorios de la cumbre de líderes europeos que se celebrará el próximo mes de octubre, donde se concretarán los acuerdos a adoptar en diciembre.

El encuentro tendrá lugar a mediodía de hoy en La Moncloa. El jefe del Ejecutivo defenderá que al menos la unión bancaria se apruebe antes de final de año, tal y como ya pidió por carta al propio Van Rompuy y al presidente del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durao Barroso. La idea del Gobierno es que las medidas que tome la UE en los próximos meses sean lo suficientemente profundas y contundentes como para que se interpreten como una solución real a la crisis y tengan un efecto positivo sobre las primas de riesgo.

El Ejecutivo español considera «muy buena señal» que el presidente del Consejo Europeo haya elegido al líder español para iniciar los contactos. «Es muy importante para España», aseguran fuentes del Gobierno. «Europa sabe que siempre hemos estado en primera línea en lo que respecta a la creación de una unión fiscal en Europa», añaden. La unión bancaria permitirá a la UE disponer de un sistema único de supervisión de las entidades, de un mecanismo de recapitalización directa de los bancos, un sistema de garantía de depósitos y de una autoridad de reestructuración y liquidación bancarias que operen en toda el área. La puesta en común de todos estos elementos evitará que se propague la desconfianza y desincentivará los ataques especulativos. Dirigentes europeos como el presidente francés, François Hollande, ya han destacado la importancia que para España e Italia tiene avanzar por este camino.

La creación de la unión bancaria presenta muchas ventajas. Si llegara a tiempo, evitaría pedir un rescate integral. En todo caso, hará posible no computar como deuda los 100.000 millones de asistencia financiera que los socios europeos prestarán a España para la recapitalización de las entidades. Una vez transferida la gestión de los recursos desde el actual Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) que tiene carácter temporal, hasta el permanente Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), este último puede recapitalizar directamente a los bancos sin pasar por los estados. Y, cuando exista un supervisor común, se flexibilizará la compra de deuda soberana por parte de ambos fondos.

Eficaz aliado

Las tesis del presidente del Gobierno español también encuentran en la Comisión Europea un eficaz aliado. Junto a las medidas para seguir avanzando en una solución definitiva de la crisis, la creación de un supervisor bancario para toda la zona euro será asunto principal en la reunión que mantendrá la semana que viene el colegio de comisarios, primera tras las vacaciones. La portavoz del Ejecutivo comunitario, Pia Ahrenkilde, afirmó este lunes que «puede hacerse rápido, sin necesidad de cambios en el Tratado». Bruselas espera presentar su propuesta legislativa sobre el supervisor bancario en torno al 11 de septiembre, avanzó.

Rajoy y Van Rompuy abordarán además los cambios legislativos que aprobará el próximo viernes el Gobierno español para cumplir las condiciones pactadas en el memorando del rescate financiero. También los gobiernos de Alemania y Francia están en estrecho contacto con el de España para tomar «rápidamente» las decisiones que permitan aplicar el ya acordado programa de recapitalización de la banca. Así lo anunció en en Berlín el titular alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, tras entrevistarse con su colega francés, Pierre Moscovici, con quien acordó estrechar la cooperación y crear un grupo de trabajo. Schäuble añadió que en este marco se tratarán también las propuestas para la unión bancaria, el refuerzo de la unión fiscal y monetaria, así como la crisis en Grecia. Además, Rajoy quiere pulsar en persona la opinión de los máximos responsables europeos en torno a la compra de bonos por parte del Banco Central Europeo, y acabar de convencer a los que no ven claro que esta actuación pondría fin a las tensiones en los mercados de deuda.