El grupo de apoyo a presos de ETA avanza el estado de gravedad de Uribetxebarria

Herrira, la plataforma de apoyo a presos de ETA, aseguró ayer que las pruebas practicadas el pasado lunes al recluso Josu Uribetxebarria en el Hospital Donostia han confirmado la gravedad del cáncer que padece. En un comunicado, el colectivo desveló que la dolencia detectada a Uribetxebarria en un riñón es «maligna» y que «acabará con su vida». Este es parte del diagnóstico que el centro sanitario ha podido avanzar a los familiares del interno, condenado por el secuestro de José Antonio Ortega Lara y en huelga de hambre desde hace ocho días para exigir su puesta en libertad, a la espera de que haga oficial hoy su pronóstico definitivo, según las previsiones de Osakidetza.

Los resultados médicos serán cruciales para la decisión que debe adoptar el juez central de Vigilancia Penitenciaria sobre la eventual concesión del tercer grado al recluso, en caso de enfermedad incurable. Uribetxebarria, aquejado de cáncer de riñón en fase terminal y dos nódulos (en cabeza y pulmón), fue sometido el lunes a «una punción biopsia guiada por TAC con el objetivo de evaluar la situación actual de su enfermedad», informó el hospital Donostia.

El 'caso Uribetxebarria' siguió ayer generando reacciones. El grupo de mediadores liderados por el abogado sudafricano Brian Currin, que reúne a expertos internacionales en la resolución de conflictos para facilitar la desaparición de ETA, se sumó ayer a las peticiones de excarcelación. El Grupo Internacional de Contacto consideró que «no hay justificación alguna» para no sacar de la cárcel al recluso de la banda terrorista, en cumplimiento con «las reglas penitenciarias europeas y los estándares mínimos de la ONU».

El grupo de Currin emplazó al Gobierno de Rajoy a aprovechar la coyuntura para «mostrar su compromiso con la nueva situación» abierta por el cese del terrorismo. A su juicio, «es necesario crear las condiciones para el respeto de la dignidad humana».

Un secuestro «inhumano»

La huelga de hambre que lleva a cabo el preso está siendo secundada por otros internos de la banda terrorista, cifrados en 273 por Instituciones Penitenciarias. La dirección que gestiona las cárceles españolas aseguró ayer que ninguno de los participantes en la protesta, a la que se ha sumado el exlíder de la izquierda abertzale Arnaldo Otegi, ha precisado de asistencia médica hasta ahora.

El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, lanzó ayer a todos los reclusos que apoyan a Uribetxebarria una reflexión. Además de reiterar la necesidad de excarcelar al recluso para que se cumpla la ley y se evite «el espectáculo», Urkullu afeó el silencio de la izquierda abertzale durante los 532 días en los que ETA torturó a Ortega Lara en un zulo de «poco más de seis metros cuadrados», en el que ha sido el secuestro más largo de los llevados a cabo por la banda.

«Habrá mucha gente a la que le parezca una provocación que muchos presos de ETA, incluido Otegi, participen en una huelga de hambre en favor de un preso que tomó parte en el secuestro más inhumano de la historia de ETA», expresó Urkullu, «preocupado» también por la gestión penitenciaria del Ministerio del Interior.

En este sentido, el portavoz adjunto del PP en el Congreso, Leopoldo Barreda, insistió ayer en que el Gobierno «garantiza» el cumplimiento de la ley con Uribetxebarria, pero advirtió de que «no actuará al antojo» de las izquierda abertzale, cuyos representantes multiplican los gestos de respaldo al preso. Para la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, estas expresiones de apoyo serían motivo suficiente para «probar la connivencia» de Bildu con ETA e iniciar un eventual proceso de ilegalización contra la coalición soberanista.

Mientras tanto, el alcalde de San Sebastián, Juan Karlos Izagirre; el diputado general de Gipuzkoa, Martín Garitano -ambos de Bildu-; y el diputado de Amaiur, Xabier Mikel Errekondo, participaron ayer en una concentración a las puertas del Hospital Donostia para exigir la excarcelación de Uribetxebarria «sin demoras».