Imagen de la calle de las pescaderías del Mercado de Abastos donde acuden personas necesitadas. :: C. R.
Chiclana

«¿Me puedes dar lo que te sobre?»

Según la presidenta de Acomer, ahora la mayoría de quienes mendigan pescado y frutas en los puestos para comer son chiclanerosCada vez más personas sin recursos van al Mercado para pedir productos perecederos

CHICLANA. Actualizado: Guardar
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El Mercado de Abastos de Chiclana siempre ha sido un referente en los municipios del entorno. Ahora, en este contexto en el que por días crece la pobreza y más familias cruzan el umbral de riesgo de exclusión social, la plaza de Chiclana también se ha convertido en lugar de referencia para algunas personas que se han visto abocadas a la mendicidad para sobrevivir o, al menos, ofrecer a su familia algo que llevarse a la boca.

Sobre todo, han sido las pescaderías las que han sentido este aumento de la demanda de «lo que te sobre». Por su parte, en los puestos de frutas y verduras, así como en las carnicerías, señalan que «siguen viniendo los mismos de siempre». Con esto, se refieren a los representantes de Centro Reto, quienes suelen acudir cada sábado, a última hora, para recolectar productos que los placeros no van a conservar para vender la próxima semana.

Sin embargo, Remedios Martínez, propietaria de una de las pescaderías del Mercado y presidenta de la Asociación de Comerciantes del Mercado (Acomer), señaló que se ha notado últimamente la «cantidad de personas que vienen a pedir pescado, mucho más de lo que cree la gente». «Normalmente», añadió Martínez, «no piden nada en particular, si no que te dicen que les des lo que puedas, aunque esté más pasado». Además, la presidenta del colectivo resaltó el cambio en el perfil de las personas que acuden al Mercado a mendigar pescado, «antes venían muchas personas de otros países, pero ahora son gente de aquí, de Chiclana».

Esta tendencia la corrobora otra de las pescaderas del Mercado de Abastos, Mari Carmen Ramírez, quien asegura que hace pocos días llegó a su puesto una de las personas que piden pescado y, ante la imposibilidad de la placera de ofrecerle nada, éste le respondió: «¿qué prefieres, que me vaya a robar?».

Una anécdota que utilizó la pescadera para describir la crispación que genera la dura situación económica en muchas familias. Además, Mari Carmen añadió que, cada vez, vienen más personas a pedir «porque saben que el pescado lo tenemos nuevo cada día, además de que soluciona más un plato de comida que una fruta».

En relación a esta tendencia, que crece en los últimos meses, la propietaria

del puesto de pescados apuntó que, aunque muchas veces «damos algo de lo que nos piden, nos llevamos todo el día diciendo que no, por lo menos hasta última hora del sábado». Esto se debe, según explicó Mari Carmen, a que también la situación económica se ha notado en la caída de ventas en el mercado, «aunque sea bajando los precios, tenemos que intentar vender porque lo que nosotros ganamos aquí es para mantener los gastos, no nos da para un sueldo», afirmó.

Este problema también fue algo reafirmado por la presidenta de Acomer, quien añadió que gracias al aumento de clientes en verano, las ventas salen adelante. Aún así, resalto que la pérdida de beneficios durante este año «ya ronda el 40%». «Y eso que mucha gente de pueblos vecinos compran aquí por los precios que tenemos en Chiclana».