Redenciones

Sergio Ramos se ha redimido. Un penalti saca otro penalti. Bastó la valiente 'panenkada' en la tanda contra Portugal para perdonarle el 'home run' contra el Bayern (mucho más que su magnífico partido). Eso no quiere decir que no se vayan a seguir riendo de él. Por abollar la Copa del Rey, por el pelo, por mirar al cielo en los himnos (igual que Cesc susurra a los balones, Ramos mirará a ver si ve los suyos volando). Simplemente por ser Sergio Ramos. Más difícil tiene Sara Carbonero la redención de sus pecados. Solo le faltó preguntar a Iniesta si no le habría gustado lanzar un penalti. Carbonero necesitaría el discurso final de Gary Cooper en 'El manantial'. O el discurso inicial de Jeff Daniels en 'The Newsroom'. O cualquiera de Jed Bartlet en 'El ala oeste'. O el de Lincoln en Gettysburg. Si fuera Fábio Coentrao también podría echarse mano al paquete y hacer una dedicatoria al tendido tuitero. Los hombres siempre lo tienen más fácil.