CARTAS DE LOS LECTORES

La libertad

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Pocas palabras son más seductoras que libertad, pero por desgracia esta palabra se entiende mal. Para muchos la libertad es hacer lo que les apetece. Esto es ser esclavo de los instintos. Y los instintos son ciegos. Por eso deben subordinarse a la razón. La verdadera libertad es la capacidad de poder elegir entre dos valores auténticos. Pero elegir el mal porque apetece es una esclavitud. Por eso las normas son necesarias para que el hombre se realice como persona humana.

Las vías del tren obligan, pero ayudan a avanzar y a llegar. Si el tren, para ser libre, se sale de la vía se despeña.

Por eso Dios nos ha dado unos mandamientos. No para quitarnos la libertad, sino para ayudarnos a llegar a la gloria eterna, que es la única razón por la cual estamos en este mundo.

El cristiano se siente libre, no porque hace lo que quiere, sino porque quiere hacer lo que Dios manda. Obedece a Dios voluntariamente. Porque Dios no quita la libertad para lo bueno, sino para lo malo. Con esto ayuda al hombre. Elegir lo malo es una equivocación. Yo soy libre cuando elijo lo que me perfecciona como persona.