Tres casos de violencia en el ámbito familiar en dos días

Tres han sido los casos de violencia doméstica que se han registrado durante este fin de semana en la ciudad. El primero de ellos, en una vivienda de Huerta del Rosario, tuvo lugar alrededor de las tres de la tarde del viernes cuando los vecinos alertaban a la Policía Local de una reyerta familiar. Estos mismos aseguraron que no habían sido testigos de episodios similares en dicha familia. Cuando se personaron los agentes en el lugar, al que también acudió la Guardia Civil, encontraron a un hombre de 33 años de edad que se encontraba en estado nervioso y de agresividad. Bajo estas circunstancias, amenazaba e insultaba a sus padres, con quienes convivía. Durante la instrucción del caso, el padre declaró que su hijo se encontraba en tratamiento psicológico y que llevaba dos días muy alterado, a estas afirmaciones añadió que el día anterior la madre también había sido agredida físicamente.

Los agentes solicitaron asistencia médica para el detenido a la vista del estado en el que se encontraba aunque fuentes policiales aseguran que no mostraba síntomas de haber ingerido ninguna sustancia. Así, mediante la asistencia sanitaria el individuo fue tranquilizado y detenido por un presunto delito de lesiones y amenazas en el ámbito familiar. Finalmente, los progenitores de F.S.P no interpusieron denuncia alguna, aunque en el momento de los hechos expresaron el deseo de hacerlo, y ahora el joven vuelve a convivir con su familia en la misma vivienda.

En la noche del mismo viernes se produjo una segunda detención cuando una patrulla de la Policía Local que se encontraba en la zona de Santo Cristo se percató de la presencia de una mujer que corría detrás de un hombre insultándolo y con la intención de pegarle; éste resultó ser su actual pareja. En este caso, la detenida, M.S.R. de 49 años, se encontraba bajo los efectos de la ingesta de bebidas alcohólicas. Tanto es así que cuando los agentes salieron del vehículo, ésta perdió el equilibrio y cayó al suelo, golpeándose fuertemente en la cabeza. Ante esta situación, acudió la la ambulancia con el servicio médico de urgencias al lugar y M.S.R. comenzó a mostrar resistencia, llegando a intentar propinar un cabezazo al policía instructor. Por todo esto y, después de comprobar la herida por una mordedura en la cara que presentaba su pareja, fue detenida por un presunto delito de violencia en el ámbito familiar y atentado a agentes de la autoridad.

A la noche del día siguiente se produjo en Chiclana un tercer caso de violencia familiar, en esta ocasión en un chalé cercano a la capilla El Pino, en la zona de la playa. La Policía Local tuvo conocimiento de este suceso ya que la propia víctima fue la que hizo la llamada de alerta a las dependencias policiales. En esta comunicación, pedía ayuda porque su marido, aunque se encontraban en trámites de separación y dormían en habitaciones diferentes, había llegado a la vivienda y ella declaró temer por su integridad física. Cuando llegaron los agentes, A.B.R. de 56 años ya había salido tras recoger dinero y diversa documentación. Pero, horas más tarde, la misma mujer, en estado de nerviosismo y agitación, llamaba de nuevo a la Jefatura de la Policía Local para alertar de que su marido había vuelto.

En esta segunda ocasión el individuo fue detenido por un presunto delito de violencia en el ámbito familiar porque, aunque la víctima finalmente no denunció, el cuerpo de seguridad local en estos casos actúa de oficio. En concreto, en estas circunstancias, fuentes policiales aseguraron que había indicios claros de maltrato psicológico porque la mujer declaró haber sido sometida a insultos, amenazas y vejaciones, tras lo cual tuvo que ser tratada médicamente debido al estado de nerviosismo en el que se encontraba.