La ONU ayuda a Annan

Como si fuera un pequeño milagro, las Naciones Unidas parecieron ponerse de acuerdo sobre Siria, pero no hubo tal cosa. Solo tuvieron un constructivo gesto de apoyo al plan de su mediador, Kofi Annan, quien está llegando al punto central de su trabajo: a partir de la madrugada del martes debe empezar la ejecución de su propuesta de alto el fuego, ayuda humanitaria, observadores, diálogo político. El 'comunicado' de la ONU, pues de eso se trata, no de una resolución es, con todo, muy firme en la exigencia al régimen sirio de que acepte y aplique ya y sin trabas el plan de Annan y cancele la matanza. Kofi Annan es un mediador que, incluso si tiene escasa admiración por la dictadura siria, debe hablar con los actores locales y sus aliados y, en primera instancia, detener la violencia. Si se instala una larga tregua bajo control de los observadores de la ONU y se abre un genuino diálogo político, podría durar el intento. Pero hay muchas razones para creer que el régimen instrumentalizará el plan en su favor y buscará prevalecer contra viento y marea. Es su costumbre.