CÁDIZ

El Ayuntamiento se queda sin los servicios de calas y mantenimiento urbano

Martín Casillas, concesionaria de los trabajos, renuncia a ellos por la deuda municipal de casi dos millones de euros

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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De una baldosa suelta a una cala en la vía pública para introducir canalizaciones de luz o agua, pasando por un sinfín de pequeñas actuaciones en las calles de Cádiz. Ese era el servicio que prestaba la empresa Martín Casillas, S. L. U. para el Ayuntamiento de la ciudad. Hasta ayer, fecha en la que se ha hecho efectiva la renuncia oficial al servicio, justo un día después de que la empresa 'Manuel García Ramírez', encargada de la limpieza de tres centros municipales, decidiera no continuar con la prórroga del servicio. En el caso de Martín Casillas aún no había acabado la concesión del servicio, de forma que la empresa ha renunciado a él «dentro del plazo que establece la Ley», como confirmó ayer el propio concejal de Hacienda y teniente de alcaldesa, José Blas Fernández.

El motivo de la renuncia se encuentra en los casi dos millones de euros que les adeuda el Ayuntamiento en concepto de trabajos de mantenimiento urbano de y de calas en la vía pública. Así las cosas y aunque la renuncia al servicio se hizo oficial ayer, Fernández quiso dejar claro que «a la empresa corresponde la obligación de terminar las distintas actuaciones que en estos momentos esté realizando la empresa en las calles de la ciudad».

Desde el Ayuntamiento andan ya buscando nuevas vías para salvar la situación de verse sin poder ejecutar las calas que les solicitan y pagan distintas empresas (de agua, eléctrica o telecomunicaciones, principalmente). «Vamos a sacar un nuevo pliego de condiciones», explicó Fernández. Sin embargo, no será como el que tenía Martín Casillas. En el Consistorio se plantean volver a la situación anterior a la actual. Es decir, regresar a que sea la empresa que pide la cala pública la que busque la empresa que realice la actuación. Fernández reconoció ayer que el servicio de Martín Casillas «no es imprescindible», mientras que el Ayuntamiento no tiene la obligación de subrogar a los trabajadores de la empresa.

Ese era el procedimiento que seguía el Ayuntamiento hace cuatro años. «En ese momento optamos por otorgar las calas a una concesión para controlar de forma más férrea las actuaciones», matiza Fernández. «En ese momento era un caos, porque se hacían muchas y era complicado controlarlas», reconoce a Fernández. El plan es volver a ese procedimiento, aunque el contexto es diferente: «La situación hoy es diferente ya no se hacen tantas calas en la ciudad debido a la crisis».

Esta medida implicaría que la empresa que solicita la cala, realizase el pago de forma directa a la que lo ejecuta, sin mediar el Ayuntamiento. Y es que, en la situación actual, el pago de las actuaciones «entraba en caja única» y, por tanto se prioriza el pago entre distintas obligaciones municipales, como los sueldos de los trabajadores del Ayuntamiento o las empresas municipales. Eso explica, el montante que el Ayuntamiento le debe a Martín Casillas y que ha llevado a la empresa a desistir de continuar con la concesión.

Para el servicio de mantenimiento urbano, el Ayuntamiento abre la posibilidad de elaborar un pliego de condiciones para que una nueva empresa se haga cargo del servicio o que lo asuman trabajadores municipales, una opción poco probable debido a la escasa cantidad de obrero que posee el Ayuntamiento en la actualidad.