TORPEZA SUBLIME

Con el debido respeto al xerecismo, los industrialistas se frotan las manos solo con la posibilidad de que Ricardo García tenga algo que ver con la nueva estructura del Xerez. El perímetro administrativo del club es un lodazal, en pleno concurso de acreedores tiene una deuda de 29 millones de euros y la llegada de un nuevo presidente no genera esperanza al entorno (medios de comunicación-afición-empresas colaboradoras o acreedoras). La presentación de Jesús Gómez como tal fue un cúmulo de torpezas, desde la presencia de Ricardo por su carácter incendiario y su currículo en la ciudad hasta la fecha elegida. Y en cuanto al contenido y a la puesta en escena, los nuevos dueños deben tener claro que Jerez sostiene desde hace una década a un equipo en el fútbol profesional. Tener claro que Jerez no es un pueblo de la periferia de Sevilla, con el debido respeto, donde montar un chiringuito empresarial y donde actuar con barra libre. A una ciudad en plena crispación solo faltaba la guinda de una nueva guerra con el fútbol. Con un convenio municipal en ciernes, con la tentativa de hacer pagar a la empresa que dirija el club por utilizar Chapín, con un equipo que de la mano de Moreno y su experiencia en estas lides lucha por huir de la quema, lo peor que puede hacer Gómez y su equipo es cargar contra la Prensa porque no le gusten los modos de unos profesionales de la Prensa deportiva Jerez a nivel genérico que también están hartos de ser testigos de cargo de empresarios de la nada maquillados con cemento que dicen ser más xerecistas que el escudo. Dividir entre medios auténticos y medios de prestigio solo retrata el perfil pirómano de los recién llegados, además de ser una torpeza sublime. Curiosamente, Joaquín Morales, cuyo mérito inicial en el verano de 2004 fue contribuir a la ansiada 'paz social' entre 'Ayuntamiento-peñas-xerecismo en general', ha legado el club a quienes parecen de inicio apagar los fuegos con aguardiente. Ya lo dice el refrán, otros vendrán que santo te harán. ¿Es ésta la herencia envenenada de Joaquín Morales?