De los relojes con alarma a los smartphones

Los tiempos cambian y las normas se ven obligadas a evolucionar con la sociedad. Y los reglamentos de lo colegios e institutos no van a ser una excepción. José Fedriani, coordinador de Primer Ciclo de Secundaria lo sabe bien. Él ha vivido el proceso de cómo se ha ido ampliando los aparatos 'prohibidos'. «En principio, fueron los relojes que tenían alarma», explica. De ahí, la limitación vino pareja entre los reproductores de música y los consiguientes cascos y los teléfonos móviles. Ahora, la situación se complica con la aparición de los smartphone con internet y cámaras incorporados. «Hay que tener mucho cuidado porque pueden fotografiar un examen y hacerlo llegar a todos los alumnos», sentencia con franqueza Fedriani.