Carlota podría haber dejado al millonario Alex Dellal, izquierda, para salir con el actor Gad Elmaleh, abajo. : REUTERS/AFP
MAÑANA, DOMINGO

Carlota se desboca

La princesa amazona cambia a su novio millonario por un actor de 40 años, divorciado y padre de un hijo

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E lla es la niña mimada de la jet-set internacional, una princesa de labios de fresa que susurra a los caballos, pero vestida de Gucci. Él es un cómico monologuista ácido y provocador con una prometedora carrera como actor de cine. Ella nació en Montecarlo. Él, en Casablanca. Ella tiene 25 años y él, cuarenta. Nada en común, aparentemente, pero ella, Carlota Casiraghi, y él, Gad Elmaleh, se han convertido en los protagonistas del primero y más sonado romance de 2012.

Desde que la revista francesa 'Voici' diera la voz de alarma tras detectar el pasado 28 de diciembre a la insólita pareja en actitud romántica en un local de París y constatar que no se trataba de una inocentada, el rumor no ha parado de crecer. Esta semana, en concreto, va al galope y amenaza con desbocarse, pero este es un caballo que Carlota no controla. Primero llegó la noticia de su ruptura con Alex Dellal. Cinco años de noviazgo estable y sin el menor escándalo, tirados por la borda. Y luego, la campanada del flirteo con un actor que le saca 15 años, divorciado y padre de un niño de 11. Algo totalmente insólito en el sensato, previsible y homogéneo currículo sentimental de Carlota y que de confirmarse y afianzarse podría imprimir un llamativo giro a su 'aburrida' trayectoria hasta acercarla un poco más a las de su madre y su tía Estefanía, dos consumadas expertas en amores locos.

Y es que Charlotte Marie Pomeline Casiraghi Grimaldi, por más que el extravagante Karl Lagerfeld la haya comparado alguna vez con Brigitte Bardot, siempre ha pasado por ser una chica seria y responsable. Nacida el 3 de agosto de 1986, tenía solo cuatro años cuando perdió a su padre en un trágico accidente de lancha y su vida pasó de principesca a bucólica por ese exilio rústico-chic en la Provenza francesa que se autoimpuso la princesa Carolina al quedarse viuda. Allí, junto a su madre, su hermano mayor, Andrea, y su hermano menor, Pierre, y con la presencia constante de Vincent Lindon, también actor y gran apoyo de Carolina por aquella época, pasó Carlota más de dos años. Y de ese contacto con la naturaleza nació su amor por los caballos y la ecología.

Hoy, la nieta mayor (y dicen que favorita) de Rainiero, cuya muerte lloró Carlota durante semanas desconsoladamente, es, además de consumada jinete del circuito internacional de equitación, una fiel militante en la causa ecologista, que solo viste tejanos de algodón orgánico y con tintes no tóxicos, se deja asesorar por la gurú 'eco-fashion' Stella McCartney e incluso ha llevado su militancia hasta el punto de lanzar una revista, 'Ever Manifesto', de solo 20 páginas, formato de lujo, escrita en inglés y que se distribuye gratuitamente en las pasarelas. Porque, pese a su ociosa apariencia, Carlota ha cursado estudios de Ciencias Políticas en la Sorbona y de Periodismo en Londres, lo que le llevó a trabajar como becaria en el diario 'The Independent'. Un dato curioso en la trayectoria de una joven que ya en su más tierna infancia desarrolló una especie de intolerancia severa a la 'latosa'... A la latosa prensa del cotilleo, se entiende.

Mujer con el corazón partío entre su fondo de armario y su cuadra de caballos, Carlota es una Leo que lee. Según ella, a Flaubert, Stendhal y Rilke. Gustos sin duda demasiado clásicos para una veinteañera. En lo sentimental, solo se le habían conocido hasta ahora tres novios y todos de su edad, hijos de millonarios y hermanos de amigas suyas. El último y más duradero, Alex Dellal, tiene 28 años y desciende de un magnate angloiraní y de una modelo brasileña. Ahora Carlota podría haberlo cambiado por un actor cuarentón de origen marroquí y sangre judía. Si lo que busca esta amazona es un hombre que la haga reír no podía haber elegido mejor. Gad Elmaleh es un showman acostumbrado a hacer partirse de risa a grandes audiencias. Además, ha puesto voz y gesto a Omar Ben Salaad en 'Las aventuras de Tintin', de Steven Spielberg, y ha dado vida al atribulado detective Tisserant en 'Midnight in Paris', de Woody Allen. Cabe recordar que en esa película, Elmaleh acaba atrapado en la corte de Luis XIV, de la que intenta huir despavorido. Queda por ver ahora si entra también en la corte de los Grimaldi. Y cómo sale.