Jerez

La plantilla de Acasa se encierra cuatro horas sin conseguir nada

Más de 200 personas permanecieron en el Ayuntamiento hasta pasadas las tres de la tarde, exigiendo el pago de sus salarios

JEREZ. Actualizado: Guardar
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No estaba previsto pero ocurrió. Una nutrida representación de la plantilla de Acasa, la empresa concesionaria del servicio de ayuda a domicilio, se encerró ayer durante cuatro horas en el Ayuntamiento para exigir el pago de sus salarios. No obstante, su acción de protesta se diluyó con el paso del tiempo puesto que finalmente se marcharon sin haber conseguido ni el dinero ni una fecha concreta de pago.

Eran las once de la mañana cuando unas 250 trabajadoras que estaban concentradas en la calle Consistorio decidieron dar un paso más y llevar su protesta al interior de las dependencias municipales. La escasa presencia policial no pudo impedir que entraran y se concentraran en el patio. Una vez allí corearon consignas como «Queremos nuestra dignidad» y «Pepi paga ya», en referencia a la alcaldesa, María José García-Pelayo.

Tal y como ocurrió en el anterior encierro, en principio las trabajadoras no podían acceder a los aseos por lo que algunas tuvieron que orinar rodeadas por sus compañeras en el mismo patio. No obstante, tras varias conversaciones con los representantes sindicales, fueron autorizadas poco después a pasar al baño de dos en dos.

Mientras tanto, miembros del comité de empresa tenían una primera entrevista con Antonio Saldaña. El teniente del alcalde les trasladó sus «disculpas» por la díficil situación que atraviesan y les explicó que la alcaldesa estaba precisamente en Diputación abordando éste y otros asuntos. «Es más de lo mismo», dijo Encarna Barrios, presidenta del comité de empresa, porque «no nos dice fecha concreta de cobro».

Unos minutos más tarde tenía lugar otra reunión -esta vez con el delegado de Personal, Javier Durá- en la que la esperanza, si es que alguna había, se disolvió por completo. «Dice que no hay dinero, que la situación es lamentable para todos y que nos entiende pero que no hay nada», contó Barrios al resto de sus compañeras. «Si llega la resolución de la Junta, tendremos tranquilidad por unos meses pero si no sale, dicen que seguirán trabajando con Diputación», continuó. Por su parte, el comité volvió a transmitirle a los representantes municipales las desesperadas circunstancias de muchas trabajadoras.

Ante estos pobres resultados, las empleadas que aún quedaban en el encierro -algunas se fueron retirando poco a poco- tomaron la decisión en asamblea de abandonar la protesta, cosa que hicieron pasadas las tres de la tarde.

El balance final del encierro de ayer, aparte de ninguna novedad sobre el cobro de las nóminas, fue otra denuncia contra Encarna Barrios y los líderes de CC OO y UGT en la ciudad, José Manuel Trillo y Pedro Alemán.

«Me quedo con un mal sabor de boca», aseguró Barrios, que recalcó que la acción de ayer surgió «como producto de la desesperación». «Hay compañeras que ya no tienen a quién pedirle dinero y lo peor es que no hay perspectivas», lamentó la portavoz.