El Rey Gaspar, encarnado por el director de Unicaja, Ángel Roa, fue el segundo Mago en lucir carruaje en el desfile real. :: MIGUEL GÓMEZ
CÁDIZ

La ruta encantada de los tres magos

Sus Majestades visitaron residencias de ancianos, el Puerta del Mar, el cuartel de la Guardia Civil y el Ayuntamiento antes de subirse a la cabalgata de la ilusión

Cádiz Actualizado: Guardar
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Los Reyes Magos y su corte descansan hoy en sus aposentos reales después de una dura jornada de trabajo. Sus Majestades recorrieron ayer cada rincón de la Tacita de Plata repartiendo sueños entre cientos de pequeños y mayores que los esperaban entre clamos de alegría y mensajes de cariño. Desde primera hora de la mañana, la comitiva real formada por Melchor, Gaspar, Baltasar, el Cartero Real, la Estrella de Oriente y los pajes no dejó de desprender ilusión por las calles de la ciudad. Su primera parada fue en el Hotel Playa Victoria, donde disfrutaron de un desayuno que les permitió coger fuerzas para un día largo de trabajo. Un descanso que duró poco, ya que los ancianos de la Residencia José Matías Calvo aguardaban su llegada con el alba. Allí comenzó la fiesta. Mientras sus Majestades entregaban regalos a los internos, el Cartero Real, en la piel del cantaor David Palomar, decidió arrancarse unos bailes flamencos para animar la mañana. Un detalle que pintó de color y alegría la jornada del personal del centro. Eso sí, el ritmo de la música les guió para seguir su camino de esperanza. Los magos de Oriente continuaron su sendero de ilusión en la Residencia de Ancianos Alvernia, en la calle Santiago Terry, donde también entregaron presentes a los abuelos. Y tras estos primeros destellos de luz, llegó uno de los momentos más emotivos del día, la visita a los enfermos del Hospital Puerta del Mar. Los Reyes recalaron en el centro sanitario a las 10.30 horas. Una vez allí siguieron la estela dorada de la solidaridad y repartieron su tiempo en cada planta. No obstante, en primera instancia, entregaron los regalos a los pequeños que llenaban el salón de actos del centro, niños con problemas hematológicos a los que se iluminaban los ojos tras escuchar su nombre, ya que eso significaba que había llegado el momento de conocer a su rey favorito y hacerse una foto con él. Un momento con el que llevaban soñando todo el año. Pero no fue éste el único sitio que cambió de color en el hospital, el brillo de los Reyes iluminó cada habitación. Cada personaje mágico visitó un piso del hospital. Así, mientras Melchor, encarnado por el rector de la UCA, Eduardo González Mazo, transitaba las plantas quirúrgicas, Gaspar, interpretado por Angél Roa, director de Unicaja de Cádiz, llenaba de vida las habitaciones de las plantas médicas. Por su lado, Baltasar, en la piel de José Parrado, dueño del bar Mari José y la Estrella de Oriente, que despertó en la periodista Carmen Paúl, fueron a repartir ilusión a la zona de maternidad infantil. «L a experiencia es preciosa porque vas inundando de alegría todo», apuntó la guía oficial del cortejo. La parte más dura le tocó al empleado de honor de la corte, el Cartero Real que tuvo que llenar de luz la UCI infantil. «Es increíble como te reciben los pequeños. Yo intento darles todo el apoyo que puedo», subrayó el artista gaditano.

Un paseo difícil pero enriquecedor que culminó con una foto de familia en la entrada principal, donde algunos pequeños esperaban también a sus Majestades para darles sus peticiones de última hora. Una vez finiquitada su misión en el hospital y antes de viajar por las calles de la Tacita de Plata en el bus turístico, los magos de Oriente hicieron un pequeño inciso en la Facultad de Enfermería y Fisioterapia, lugar donde irrumpieron con abrazos y besos.

El reloj marcaba entonces las 12.30 y era el momento de saludar a la ciudad en movimiento. Con el aire de la Bahía acariciándoles el rostro, el cortejo real saludó a los ciudadanos que respondían a la llamada de la esperanza con mensajes de ánimo y voces de júbilo. Un trayecto que solo realizó una parada de cortesía en el cuartel de la Guardia Civil. Y por fin, llegó uno de los actos más importantes del día, la visita al Ayuntamiento. Tras bajarse del autobús, la comitiva real caminó por un pasillo de estrellas que tocaba su fin en la entrada del Consistorio. Durante su recorrido inundaron de alegría la Plaza de San Juan de Dios donde una marea de gaditanos los aclamaba entre aplausos y canciones navideñas. Ningún pequeño se quedó sin recibir el calor de su héroe místico. Al final de esa alfombra de cariño estaba Teófila Martínez, que hizo de guía oficial durante la visita de los magos al Ayuntamiento. Y fue allí donde se cambiaron las tornas. En la Alcaldía, la primera edil les hizo entrega de un pequeño presente, un llavero de plata del Bicentenario. Un acto oficial antesala de su paso por el salón de plenos. Sin duda, unos minutos de gloria para sus Majestades. Los gritos de los pequeños eran la banda sonora del momento. Una vez dentro, el cortejo real dedicó unas palabras de amor a la marea de gaditanos que ocupaba la sala. «Esto no se puede describir. Es un empujón de ilusión en estos tiempos tan duros. Se respira tranquilidad en las calles», recalcó González Mazo. Y tras este minuto sublime, Melchor, Gaspar, Baltasar, la Estrella de Oriente y El Cartero Real saludaron a los ciudadanos desde el balcón de la sede. Una escena que cerró los compromisos matutinos de los Reyes. Había que reponer energía para la cabalgata de la ilusión. El cortejo fue fiel a la cita y rápido en su paso. Las seis carrozas que conformaban el desfile arrancaron de la Plaza Ingeniero de la Cierva a las 17.00 horas, custodiadas por cuatro jinetes reales. En cuanto al decoro, los tres carruajes reales emulaban el aspecto de un palacio real con una alegoría al Bicentenario. La primera en deslumbrar en la carrera oficial fue la Estrella de Oriente, que brilló bajo un trono de fantasía azul y blanco mientras su séquito lanzaba caramelos a los niños. Los pequeños se hacían hueco entre la multitud para llenar sus bolsas. Cada uno tenía su estrategia para conseguirlos. La dama de Oriente iba acompañada por tres burros cargados de regalos, tras los que asomaba la carroza de 'La Bella y la bestia', el único vehículo dedicado a Disney. La carroza portaba a todos los personajes de la película presididos por la Bella, Davinia López, hermana de Raúl López, ex capitán del Cádiz C. F. Y tras su paso, la gracia gaditana, la carroza del Cartero Real donde no faltaron las palmas. Y por fin, los Reyes. El grupo'Colores' y sus juegos precedían al rey de la barba blanca que saludaba bajo su trono azul y dorado a los pequeños. El segundo en aparecer en escena fue Gaspar que viajaba en un carruaje rojo y oro y que bailó al ritmo del grupo 'Loretro canta' mientras escuchaba entre gritos los deseos de los pequeños. Y finalmente, Baltasar y la banda de música 'Sagrada cena' despedían una cabalgata que solo era el principio de la noche mágica de Cádiz.