LA ESPERANZA COLECTIVA 20 2

Lo que de raíz se aprende, nunca del todo se olvida

FILÓLOGA CLÁSICA E HISTORIADORA Actualizado: Guardar
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La Conmemoración del Bicentenario de la Constitución de Cádiz de 1812 va a coincidir, por esas casualidades que brinda el destino, con una de las efemérides que marcan el bagaje vital de una persona.

Veinticinco, un octavo de doscientos, racional matemática árabe. Quimeras infantiles grabadas en realidad. Camino, vereda de rosas fragantes y de espinas, que me ha deparado y sigue proporcionándome sorpresas a cada paso. Mis palabras no pretenden ser nada más que el paciente punto de vista de una profesora de nuestra querida ciudad que disfruta con su quehacer diario y que como dijo Cicerón « A pesar de que ya soy mayor, sigo aprendiendo de mis discípulos».

Bodas argénteas de promociones de gaditanos y gaditanas de las que me siento orgullosa a la vez que responsable porque en sus manos está el presente y el futuro. Labor silenciosa del día a día de los educadores, que difícilmente ven madurar las semillas.

En una simbiosis perfecta, la adolescencia llega a descubrirse como una metáfora constitucional: Evolución de la niñez de una sociedad hacia la madurez. Época de cambio, de reafirmaciones, de rebeldía bien entendida. La defensa de las ideas a través del diálogo reclama la más grande de las atenciones. Padres, hijos.Profesores, alumnos. liberales, absolutistas. izquierdas, derechas. Tiras y aflojas, «Una de cal y otra de arena». Convivimos con un material, dicho con todo el cariño, altamente inflamable. Hay que tratarlo con sumo cuidado porque, los que comparten conmigo esta profesión lo saben, en cualquier momento puede estallar. Tranquilidad, mucho sosiego. Se miran en nuestro espejo. Su explosión, aunque muy ruidosa, con la misma celeridad se transforma en un torbellino de serpentinas y papelillos.

Hoy no puedo dejar de utilizar un énfasis especial en la transmisión a mis lectores esta idea:

La Carta Magna redactada durante la invasión napoleónica y la Promulgada el 6 de diciembre de 1978 brillan como ejemplo a seguir en estos críticos tiempos que corren. Su éxito, reconocido en el transcurso de acontecimientos posteriores, residió en el extraordinario derroche de generosidad de todos los padres de estas Constituciones. Ceder y ceder, llegar a acuerdos para lograr avanzar. Dos posturas diametralmente enfrentadas sólo provocan cansancio y desgaste. Llegar a un punto común, la redacción de unas leyes, que cambian la sociedad y protegen realmente a todos y cada uno de sus individuos, en una difícil coyuntura histórica. Los presentes en aquellos cruciales instantes posibilitaron con su cordura y su amor a España el cambio. En 1812, diputados eclesiásticos, nobles, burgueses, españoles procedentes de allende los mares.En 1978, políticos procedentes de la antigua dictadura, exiliados por su ideología socialista y comunista, la Iglesia, intelectuales.Todos y todas a una por un bien común.

El niño se hace buen hombre afianzando valores imprescindibles para la convivencia.

Sin percatarme de sus miradas, en ocasiones asiento con la cabeza en una conversación interior, ante la hilaridad de esta exultante juventud, al recordar sabias reflexiones de antiguos y muy queridos enseñantes: « No es sólo profesión, es vocación.No sólo estar al día en conocimientos y métodos, sino en acercarnos psicológicamente a nuestros estudiantes y sus familias». Exigencia no constatable en ningún documento oficial pero que persigue el saber crear, en ese micro mundo de la clase, un ambiente que motive al enriquecimiento de buenas personas con la cultura, el diálogo respetuoso y la capacidad crítica no ofensiva.»

Curtidos en tantos planes de enseñanza. alabados, vilipendiados, en cualquier momento y situación buscamos encontrar la llave secreta que consiga abrir la mayor cantidad de tesoros escondidos en las mentes, manos y corazón de estos chicos y chicas. Instigar su curiosidad, el amor al conocimiento, el esfuerzo personal que produce satisfacción por el trabajo bien hecho, la paciencia del que percibe que cuanto más investiga más hace realidad la frase de Sócrates 'solo sé que no sé nada'. Gran verdad de la Atenas del siglo V antes de Cristo.

Y en cada explicación filológica e histórica, siempre la misma constante, la transmisión del amor a nuestra capital. Gadeira, Gades, Cádiz.

¡Qué rostros tan sombrados cuando van desvelando el riquísimo patrimonio de un pasado fenicio, griego, romano, hispano. que sienten más suyo a medida que lo descubren! Protagonistas de acontecimientos, que por su importancia ayudaron a conformar el día a día de cada uno de nosotros. Nadie dijo nunca que conseguir grandes logros fuera tarea fácil.