ignacio garcía pomar | pregonero de la semana santa

«Quiero contar lo que creo, lo que me importa, con aires de romanticismo»

El pregonero de la Semana Santa sucede en el atril del Villamarta a José Antonio Zarzana y promete un pregón lleno de vivencias

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Ignacio García Pomar es el pregonero de la Semana Santa de 2012. Esta designación, que ha supuesto una sorpresa en el mundo cofrade, ha sido la primera decisión de calado del consejo que preside Pedro Pérez Rodríguez. El pasado viernes tuvo lugar en la sede de la Unión de Hermandades su presentación oficial a los medios y a los máximos dirigentes de las cofradías, y Tacho, como es conocido el nuevo pregonero de la Semana Santa, mostró sus primeras impresiones ante la reciente designación, y confesó las líneas de creación de la pieza literaria más esperada en el mundo de las cofradías, la que anunciará en el Teatro Villamarta el próximo domingo de resurrección la pasión y muerte de Jesucristo.

-¿Cuál es la primera sensación que tiene usted tras su nombramiento como pregonero de la Semana Santa?

-Gratitud. Al Consejo y a los hermanos mayores que me han elegido. Siento una enorme satisfacción desde que el presidente me llamó para confiarme el pregón de la Semana Santa, y también una importante sensación de responsabilidad. Quiero responder a tanto cariño con un pregón que esté a la altura de Jerez y de sus cofradías.

-¿Está confiado en sus posibilidades para pregonar la Semana Mayor jerezana?

-Creo que se puede hacer una cosa bonita... No soy un gran literato, pero me gusta mucho escribir. Y además, quiero plasmar las vivencias que he tenido a lo largo de los años para hacer un pregón en el que todos los jerezanos se sientan reflejados. Le debo todo a las hermandades de Jerez, por lo que tendré que depurar muchas experiencias que he tenido, para no hacer eterna mi intervención.

El nombramiento

Pedro Pérez, el presidente de la Unión de Hermandades, llamó a mitad de esta semana a Ignacio García Pomar para ofrecerle ser el pregonero de la Semana Santa del año que viene, un nombramiento que este cofrade aceptó prácticamente de inmediato.

-La pregunta es obligada... ¿Esperaba el nombramiento?

-No. No lo esperaba. De hecho, ha ocurrido algo que ha hecho especial la comunicación de mi elección. He perdido mi móvil, por lo que nadie podía ponerse en contacto conmigo. Finalmente, el presidente del Consejo me llamó al trabajo, y me ofreció dar el pregón de la Semana Santa. Desde entonces, me tiemblan las piernas, porque era algo absolutamente inimaginable para mí.

-¿Nunca había pensado en dar el pregón en el Villamarta?

-No se trata de pensarlo o no. Yo he dado el pregón de la Semana Santa de Bornos, por ejemplo. Soy cofrade, por encima de todo soy cofrade, y me gusta expresarlo tal y como lo siento. Cuando me lo comunicó Pedro Pérez estaba atendiendo un cliente, pero incluso así se me notó la ilusión que me hacía que se hubieran acordado de mí.

-¿Consultó su decisión con alguien, o respondió inmediatamente a su nombramiento de manera afirmativa?

-Hablé con mi mujer. De hecho, fue ella la primera que me empujó a decir que sí. Tardé poquísimo en responder que aceptaba el pregón. Es un orgullo hacerlo, me considero un privilegiado por poder cantar a mi ciudad la Semana Santa que tiene. Yo soy un romántico, de hecho pienso que perder el teléfono ha sido, de alguna manera, volver la vista atrás, hace quince años, cuando la comunicación no era tan sencilla. Estoy tremendamente ilusionado, y espero estar a la altura de las circunstancias.

-¿Cuáles son las primeras sensaciones del pregonero una vez aceptado el ofrecimiento?

-Lo cierto es que estoy tranquilo pese a las sensaciones que antes comentaba. Dormí plácidamente la noche siguiente a aceptar el pregón. Pienso ilusionado en todo lo que se me ha venido encima, e intentaré contentar a todos los que acudan al teatro el domingo de pasión.

-Su padre falleció el año pasado. Faltará en el pregón, pero qué cree usted que le hubiera dicho...

-Mi padre me hubiera dado un abrazo. Simplemente...

El contenido del pregón

La estructura del pregón es siempre una de las cuestiones más esperadas de esta pieza literaria. Si será en prosa o verso, si nombrará a todas las hermandades, si será largo o corto, las marchas que sonarán... Pese al escaso margen que ha tenido García Pomar para pensar en su pregón, hay cosas que este cofrade tiene claras desde el primer momento.

- ¿Le ha dado tiempo a pensar en cómo será su pregón?

- Tengo claro que será un pregón corto, o al menos eso pretendo como punto de partida. Intentaré por todos los medios no extenderme demasiado. Y también quiero que sea un pregón de vivencias. Llevo toda la vida viendo cofradías, y tengo mil anécdotas que contar en mi pregón.

-¿Pero tiene definida la estructura, el hilo conductor de su relato?

-Tampoco. No tengo nada planteado todavía, no me ha dado tiempo a pensar demasiado en ello. Posiblemente lo divida en bloques, porque estoy acostumbrado a escribir artículos, más que buscar un hilo conductor del pregón, como ha ocurrido en años anteriores. Lo que tengo claro, lo único que tengo claro, es que quiero que sea mi pregón, que sea auténtico. Me da igual si es en prosa o verso, me importa poco si es largo o corto... Los pregones que más me han gustado son los que han mostrado la verdad del pregonero, aquellos en los que el pregonero ha sido él mismo. Intentaré, por tanto, ser fiel a lo que soy. Y que eso guste.

-¿Y cómo es Tacho? ¿Qué podemos esperar de él?

-Yo no soy un poeta. Pero contaré experiencias. Quien me conoce sabe que vivo inmerso en un romanticismo cofradiero, pero eso no disfraza ni lo que creo, ni lo que me importa. Contaré en el Teatro Villamarta lo que creo que es importante, los principios de mi fe. Historias que me hayan pasado, anécdotas que haya vivido en nuestras cofradías. De hecho, creo que este pregón será más sencillo que el que di en 2007 en Bornos. Allí tuve que recopilar datos, conocer de primera mano una Semana Santa que aunque conocía, no la sentía como propia. Aquí ese proceso no será necesario, porque llevo viviendo esto desde que nací.

-¿Sabe ya las marchas que sonarán antes del pregón?

-Tengo claro que sonará Corpus Christi, ya que soy del Señor de la Cena. Y quiero que suene una marcha dedicada a la Soledad. Me he enterado hace poco que tendré que elegir una tercera... Hay tiempo para eso.

-Por cierto, su nombramiento se ha producido a finales de noviembre, por lo que apenas tendrá tres meses para escribir el pregón. ¿Condicionará este factor la confección del pregón?

-No. Estoy seguro que tengo tiempo más que suficiente para escribirlo. De hecho, siempre me ha gustado escribir bajo presión, es habitual en mí que entregue los trabajos siempre en el último momento. No estoy preocupado por esto, de hecho quiero cumplir con todos los compromisos que adquiere el pregonero antes del pregón.

-Es usted costalero desde hace dos décadas. ¿Estará este movimiento representado en su intervención?

-Sí, pero no por ser yo costalero simplemente, sino porque lo soy por devoción. Creo en la costalería. De hecho, le confesaré algo... Tras llamar a mi mujer y aceptar el nombramiento, a la primera persona a la que llamé para comunicarle que era el próximo pregonero fue a mi capataz, Martín Gómez.

-¿Tiene decidido quién le presentará en el Teatro Villamarta?

-Lo hará mi tío, Fernando García Gutiérrez. Es el actual delegado de Arte Sacro de Sevilla. Y también te adelanto que el padre Carlos y el padre Jesús Fernández de la Puebla Viso estarán muy presentes en mi pregón. De hecho, el de este último fue el último pregón al que acudí en el teatro. Tras su fallecimiento, nunca tuve fuerzas para volver al Villamarta salvo el año pasado, pero falleció mi padre poco antes y me fue imposible acudir.

-Es usted el primer pregonero de la hermandad de la Cena...

-Espero no ser el último. Es curioso que mi hermandad no haya tenido jamás un pregonero de la Semana Santa, ya que ha tenido dirigentes en los máximos cargos de nuestras cofradías. Están muy ilusionados, y garantizo que el Señor de la Cena aparecerá en el pregón, y aparecerá bien.