ANDALUCÍA

El presunto asesino en serie ya fue condenado por matar a otra mujer en Alemania

MÁLAGA. Actualizado: Guardar
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Las pruebas recabadas por los investigadores lo incriminaban y él no negó su implicación. El detenido por las muertes de dos mujeres en la Costa del Sol confesó ante los agentes su autoría. Tampoco regateó detalles en su declaración, que se prolongó durante más de cinco horas en las que, según las fuentes consultadas, habría reconstruido paso a paso ambos asesinatos.

El equipo conjunto de Policía Nacional y Guardia Civil, integrado por los mejores especialistas en homicidios de ambos cuerpos, ha descubierto la verdadera identidad del sospechoso, que en el momento de su arresto portaba un pasaporte irlandés falsificado. Se trata de A. S., de 44 años, de padre marroquí y madre alemana. Se encontraba en España en situación irregular.

La investigación también reveló un dato importante sobre su pasado. En su historial delictivo figura un antecedente por un delito de sangre como el que ahora ha motivado su detención. Fue condenado a 18 años de cárcel por matar a una mujer en 1988 en Alemania. Las fuentes consultadas precisaron que, en aquel caso, la víctima murió tras recibir un golpe en la cabeza en el transcurso de un robo.

Las fallecidas en Mijas y San Pedro Alcántara también fueron desvalijadas, según se desprende de la investigación. Al parecer, el presunto asesino en serie seleccionó a mujeres vulnerables que recibían a sus clientes en pisos alquilados. En ambos casos, contactó con ellas por teléfono, lo que dejó un rastro que más tarde sirvió a los agentes para llegar hasta él.

El detenido supuestamente conocía a la primera víctima, Susana M. F., de 45 años, de origen argentino aunque de nacionalidad española, con la que se citó en varias ocasiones. Durante el interrogatorio policial, habría reconocido que la noche del 10 de agosto acudió al apartamento alquilado por la mujer, el número 205 de la Mansión Alhamar, en Mijas Costa.

Una vez allí, A. S. cogió un cuchillo de la cocina y, según se desprende de su declaración, la habría apuñalado hasta conseguir el número secreto de su tarjeta de crédito. También se llevó su teléfono móvil, aunque antes le quitó la tarjeta SIM. El cadáver de Susana M. F. fue encontrado al día siguiente por su hijo. Tenía una funda de almohada alrededor del cuello y presentaba 17 heridas de arma blanca.