Y la Patrona se unió al pueblo

No defraudó. La patrona se encontró frente a frente con su pueblo en una comunión mutua de respeto y devoción. Lentamente sembró el fervor cristiano entre los fieles que cubrieron las calles del casco histórico para conmemorar la fecha más importante del calendario festivo portuense. La Virgen de los Milagros completó su recorrido procesional sin incidentes y con un acompañamiento musical de primer nivel, que corrió a cargo de dos bandas portuenses: Maestro Dueñas y Cristo del Amor.

Las puertas se la Iglesia Mayor Prioral se abrieron a las ocho en punto de la tarde, pero no fue hasta veinte minutos más tarde cuando la imagen se dejó ver en la calle. Alrededor de 2.500 personas conformaron el cortejo religioso.

El cuerpo religioso de la ciudad, que contó con la presencia destacada de Ignacio Gaztelo, rector del Seminario Diocesano de Jerez, y encabezado por el párroco de la Prioral, Diego Valle, acompañado por el vicario, José Luis Oca, y el sacristán, Juan Luis Izquierdo. A continuación las Hermanitas de los Pobres y del Corazón de Jesús seguidas, por riguroso orden de antiüedad, por las once hermandades de penitencia y las cuatro de glorias de El Puerto, además de por la propia hermandad de Los Milagros, con su hermana mayor, María del Carmen Perdiguero, al frente. A la cabeza de la procesión, los miembros de la corporación municipal bajo mazas. Los representantes políticos volvieron a repetir con esta liturgia, que despertó bastante polémica cuando se volvió a instaurar hace un año.

Representación política

El alcalde, el popular Enrique Moresco, estuvo arropado por sus concejales y su socio de gobierno, el andalucista Antonio Jesús Ruiz, por los suyos. Por parte de la oposición solo comparecieron los tres ediles de Independientes Portuenses, ya que tanto los socialistas como los de IU no suelen participar en el cortejo.

La procesión no completó su recorrido habitual por la calle Palacios, cuyo último tramo hasta Micaela Aramburu se encuentra cortado por obras. Así, se desvió por Nevería para tomar Santo Domingo y entrar en la plaza del Castillo de Alfonso X. A continuación tomó por la bajada del Castillo, la avenida Micaela Aramburu, la plaza de las Galeras -con la gran ausencia del 'Vaporcito'-, la calle Luna, la plaza Juan Gavala y la plaza de España, donde estaba previsto su recogida en torno a las once de la noche. Los actos religiosos programados desde primera hora de la mañana: el Rosario de la Aurora, la Función de Instituto y el Ángelus, se desarrollaron sin incidentes, aunque el calor mantuvo en casa a los portuenses pese a ser festivo. Ya por la noche los veladores de Misericordia, Luna y la Bajamar estaban repletos de clientes.