La plaza está prácticamente lista para ser de nuevo abierta al público. :: VÍCTOR LÓPEZ
CÁDIZ

Epílogo en la plaza de Santa María del Mar

Se ha producido un cambio importante en su aspecto, perdiendo su característica estrella por columpios para los más pequeñosLa reforma de este espacio acaba tras la polémica que hubo sobre la instalación de un quiosco-bar

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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El mar forma parte indiscutible de Cádiz, muchas de sus calles acaban frente a él ofreciendo importantes imágenes para el recuerdo. Por eso los miradores cobran tanta fuerza en la ciudad, y Santa María del Mar, con el lugar privilegiado que ocupa a la hora de contemplar la antigua Cádiz, no podía ser menos. Las obras de la plaza de Santa María del Mar se encuentran ya prácticamente acabadas a la espera de los últimos detalles.

La remodelación del lugar ha tenido cierto retraso en su ejecución, aunque los responsables municipales confían en que antes de que termine el verano podrá estar de nuevo abierta al público con un aspecto absolutamente renovado, un mirador translúcido, numerosos bancos para descansar contemplando la puesta de sol y columpios para que los niños disfruten como ellos saben. A pesar de haber ganado en equipamiento la plaza se queda huérfana de su elemento más característico, su gran rosa de los vientos, que ocupaba el centro de la misma, rodeada de árboles que daban un toque de color.

La imagen que ofrece ya el lugar podría haber sido muy diferente. En 2008 existía un proyecto para la construcción de un quiosco en la plaza. Aquel proyecto obtuvo el rechazo de algunos vecinos que se organizaron en una plataforma para recoger firmas y tratar de que no se llevara a cabo realizando diferentes concentraciones en el lugar, hasta que dio paso a una página web llamada 'Salvemos la plaza de Santa María del Mar'. Ese espacio en internet sirvió de punto de encuentro de todos los que se oponían al proyecto.

Llegaron a conseguir más de 4.000 firmas y al final el Consistorio, decidió dar marcha atrás en el proyecto para la construcción del quiosco, a pesar de tener ya un futuro dueño para el lugar, el hostelero Pablo Grosso, que en un primer momento aceptó la pérdida del quiosco y seguir manteniendo el restaurante ubicado bajo la plaza, pero ya el año pasado decidió no volver a presentarse a concurso debido a que en su opinión «había perdido el principal atractivo».

En el nuevo diseño de la plaza se ha renovado la totalidad del pavimento. Se han sustituido los adoquines de hormigón bicolor por nuevas piezas de cerámica antideslizante en dos tonalidades, que junto con el nuevo mobiliario urbano, tienen la intención de hacer esta plaza más confortable y que se pueda convertir en una zona aún más atractiva para el paseo y el ocio de los gaditanos y visitantes en general.

La plataforma ciudadana se ha disuelto, el bar junto a los servicios de playa ya se encuentra en activo. Solo falta que la plaza se abra definitivamente al público, para dar carpetazo final a este conflicto que comenzó hace ya cinco años. Ahora solo queda pensar en buscarle otro nombre a la plaza que no volverá a ser la de la estrella.