La playa de la Casería se enmarca dentro del Parque Natural. :: C. C.
La Casería

La playa que cayó en el olvido

El litoral de la Casería ha vuelto a recibir una bandera negra debido a su desarrollo urbanística y la pérdida de la arena blanca

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La Casería es una de las zonas con mayor potencial de desarrollo de San Fernando, sobre todo al contener a los polvorines de Fadricas y Punta Cantera cuyos suelos se han desbloqueado y cuentan con más de 500.000 metros cuadrados para crear espacios de ocio, de residencias y de índole industrial.

Desde siempre ha sido un lugar peculiar y diferenciado de La Isla y que poco a poco se ha ido integrando en la fisonomía urbanística actual. Aunque por el momento sus vecinos no han visto los beneficios del progreso del ladrillo en sus barriadas. Como prueba están las famosas torres de la Casería y el enfrentamiento que surgió a raíz de la construcción de tres grandes bloques de unas 16 plantas, que coronan el lugar y se han convertido en uno de los edificios más visibles de La Isla. Pero, para los vecinos lo que han creado es un apallantamiento que les impide disfrutar de su paisaje.

Este es el principal argumento para que un año más Ecologistas en Acción haya decidido otorgar una bandera negra a la playa de la Casería, pues los bloques han modificado de manera considerable el paisaje y ha impedido la regeneración natural. Pero, no es la primera vez que el progreso da un bocado a La Casería que ya se vio afectada por otra gran construcción y que afectó precisamente a su litoral.

Y es que la playa de la Casería se caracteriza por ser una playa de fango y poco arenosa, que se vincula más a un paisaje marismeño que al propio de una zona costera. ¿Fue siempre así? En el lugar aún hay personas que recuerdan una arena blanca y aguas cristalinas. Entonces ¿por qué comenzó a degradarse? La construcción en 1969 del puente Carranza se señala como uno de los principales motivos ya que su cimentación hace frenar la arena impidiendo ser arrastrada por las corrientes marinas a la orilla de la playa, que se encuentra al noroeste del municipio.

Por ello, y a pesar de que aún tiene la autorización para el baño sin problemas, lo cierto es que ya son pocos los bañistas que se pueden ver en el lugar. Se ha convertido en una playa de pescadores y el paisaje de las sombrillas se ha cambiado por el de barquitas varadas con la bajamar.

Entre las peculiaridades de la Casería está que se trata de una playa integrada en una zona poblada, muy diferente a lo que ocurre con la del Castillo, aunque también tiene su consideración de Parque Natural, contando con más de un kilómetro.

Hace más de cinco años que se espera el plan de regeneración de la playa. Aquel que está integrado en el plan de inversiones de Costas, pero que no encuentra financiación para sufragar los 2,6 millones de euros que cuestan su desarrollo. Lo bueno es que la Junta sí ha dado su visto bueno al desarrollo de esta zona de la ciudad que se paralizó en 2005 a causa de la inseguridad jurídica que rodeaba a las torres de La Casería. Una importante apuesta que nadie se ha atrevido a realizar y que pretende recuperar una de las zonas más degradas de La Isla.