Economia

El frenazo del consumo atenaza la expansión económica

El Gobierno atribuye la «débil» tasa de crecimiento al ajuste en el sector de la construcción y a la consolidación fiscal

MADRID. Actualizado: Guardar
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El frenazo del consumo y el desplome de la inversión atenazan a la economía española, cuya asombrosa expansión exterior es insuficiente para enganchar al país al crecimiento vigoroso que precisa para generar empleo y reducir la altísima tasa de paro. El INE confirmó ayer que el Producto Interior Bruto avanzó en el primer trimestre de 2011 un 0,3% respecto del último cuarto de 2010, y un 0,8% si se compara con el mismo período del año pasado. La actividad mejora, lastrada por las medidas de recorte y por el desempleo, pero a un ritmo lento y alejado del objetivo del Gobierno de crecer un 1,3% interanual en el conjunto del año.

Ante este panorama resulta poco consolador que el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, atribuya el «débil» avance del PIB a que el país «está haciendo un ajuste muy notable en el sector de la construcción» y «un gran esfuerzo de consolidación fiscal», sin el cual «estaría creciendo al 1,9% interanual». El Gobierno sostiene que los resultados del primer trimestre «mantienen a la economía española en la senda de la suave recuperación» y son «perfectamente compatibles» con sus previsiones. A pocos días de las elecciones, el discurso oficial es que ahora no toca aprobar nuevos ajustes, sino «apuntalar los ya comprometidos».

Pese a ser modesto, el avance interanual del 0,8% ya colma en el primer trimestre las aspiraciones de los analistas y organismos internacionales como la Comisión Europea y el FMI, que pronostican un crecimiento medio del 0,8% o el 0,9% en el conjunto del año. En este punto surge la duda que trae de cabeza a los expertos, y es si la economía podrá remontar y elevar esa tasa al 1,3% o caerá debilitada por un mercado laboral deprimido y un consumo -equivalente al 60% del PIB- atenazado por la austeridad que el paro o el miedo a perder el empleo han instalado los hogares.

Desde la óptica del gasto, en el primer trimestre la aportación negativa de la demanda nacional al PIB se mantuvo idéntica a la del trimestre precedente, y resta 0,6 puntos al crecimiento. El gasto en consumo de los hogares reduce su crecimiento, desde el 1,7% del último cuarto de 2010, hasta el 0,7%. La mayor desaceleración se observa en el consumo de bienes, sobre todo en los duraderos como coches y electrodomésticos. La remuneración de los asalariados, principal recurso de las familias para afrontar sus compras, cae un 0,2%, y eso también reduce el ahorro. El gasto en consumo de las administraciones públicas repunta de forma sorprendente hasta el 1,1% (después de cuatro trimestres consecutivos de descensos) impulsada sobre todo por las compras destinadas a consumos intermedios, propias de principios de año, explicó Campa.

Inversión

La formación bruta de capital fijo reduce tres décimas su crecimiento negativo, y pasa de un descenso del 6,1% a ceder un 5,8%. El INE subraya que esa trayectoria favorable no es compartida por todos sus componentes. Mientras la inversión en bienes de equipo desacelera su crecimiento positivo, pasando del 1,2% al 0,3%, la construcción y los otros productos mejoran el ritmo de evolución negativo de trimestres anteriores. En el caso de la formación bruta de capital en el ladrillo, se atenuó cuatro décimas, desde un desplome del 10,6% a otro del 10,2%. Por primera vez en todo el periodo de contracción de la actividad constructora, la inversión en obra no residencial presenta una mayor contracción (10,9%) que la realizada en edificación residencial (8,9%), consecuencia de la significativa reducción de la actividad de la obra en infraestructuras.

La parte más positiva fue la contribución al PIB de la demanda exterior, que aumentó dos décimas como consecuencia de una aceleración significativa de las exportaciones, acompañada por una ligera moderación de las importaciones. Las exportaciones de bienes y servicios expandieron su crecimiento del 10,5% al 11,2%, en línea con la evolución de la demanda nacional de los países destinatarios de los productos, fundamentalmente de la UE. En el caso de los bienes, el impulso fue aún mayor (del 12,3% al 15,9%), pero las exportaciones de servicios no turísticos cayeron más de 10 puntos (del 9,5% en positivo al 0,7% en negativo).

Desde la perspectiva de la oferta, por ramas de actividad, la construcción continuó con su aportación negativa, aunque cada vez más reducida (un descenso interanual del 5,4% frente al 5,8% del último trimestre de 2010). El empleo equivalente a tiempo completo marcó un descenso del 1,4% interanual y la productividad por trabajador aumentó dos décimas, hasta el 2,2%.

España crece en tasas muy alejadas de las de sus socios. La UE aceleró tres décimas su crecimiento interanual, desde el 2,2% al 2,5%, mientras que en la zona euro el acelerón fue de cinco décimas, desde el 2% al 2,5%. Este resultado se apoya en el comportamiento cada vez más expansivo de las principales economías de la zona (Alemania, Francia, Reino Unido, Holanda.), con la excepción de Italia. Todos estos países marcaron tasas de crecimiento superiores a la española.