El día de los cacharritos llena la calle del Infierno

Los niños de Jerez tomaron ayer la calle del Infierno y no precisamente porque fueran expulsados del limbo celestial. No importó que hubiera colegio hasta las dos de la tarde ni que hoy tuvieran que volver a clase. Era su día grande en la Feria: el día de los cacharritos.

Con motivo de esta jornada, las atracciones de Feria son más económicas gracias al convenio que la asociación de Feriantes de Andalucía, Ceuta y Melilla suscribe con el ayuntamiento jerezano. «Hoy hay que aprovechar que es más barato y otro día pues intentamos darle un poco más de coba», explicó Vicente Montoro, mientras esperaba a sus hijos junto a un cacharrito.

«Venimos hoy porque es más económico, tendría que ser los cinco días a estos precios y que no coincidiera con días de colegio», comentó José Miguel Quirante, un padre que asegura que al haber más cantidad de niños el viaje de las atracciones dura menos. Durante esta semana, los niños asisten a clase hasta hoy miércoles, así que ayer, nada más salir del colegio, muchos se dirigieron junto a sus padres, madres y abuelos a disfrutar de sus atracciones favoritas.

Aunque por este motivo el recinto se empezó a llenar a partir de las tres de la tarde, durante el mediodía ya se pudieron ver a muchos padres que prefirieron irse tempranito para evitar las colas.

Menos oferta

Este año se han instalado un total de cincuenta atracciones, algunas destinada a los más pequeños y otras a los adultos. Sin embargo, se aprecia más espacio libre entre los cacharritos. «Ha coincidido el final de la Feria de Sevilla, la de Rota, y ahora la de El Puerto, y se nota que no han venido ni la mitad de atracciones», precisó Juan Guillermo Galán, cuyo presupuesto para cacharritos tiene que dividirlo entre la Feria de Jerez y la de El Puerto.

Los abuelos estiran en la medida de lo posible su pensión para disfrutar de la Feria con sus nietos. «Hoy están a 1,50 euros, te puedes permitir el lujo de montarlo más veces, porque claro, estamos jubilados y tenemos más tiempo libre pero no estamos trabajando», comentó Flora Mora. Así mismo opina María Jesús Jiménez, que ayer prometió a sus nietos montarlos en cinco atracciones, puesto que el resto de días cuando alcancen el precio de tres euros, va a intentar disuadirlos en la medida de lo posible.

Y es que, como afirman muchos padres, los niños se aburren dentro de las casetas y es imposible visitar la Feria con ellos y no montarlos en los caballitos o comprarle un algodón de azúcar. «A mi hijo de cinco años los tiovivos ya le aburren y le empiezan a gustar cacharritos que le hagan cosquillas, ya va pidiendo emociones», comentó Francisco Javier Ruiz. Y es precisamente en ese momento, cuando los pequeños quieren experimentar las emociones fuertes de los mayores, cuando muchos padres tienen que hacer de tripas corazón y pasar de saludar con la mano cada 30 segundos frente a un tiovivo a los vaivenes bruscos del canguro, la montaña rusa o los coches tropezones.