Las ausencias del PP salvan al Gobierno de una derrota parlamentaria a manos de CiU

El Gobierno evitó por un puñado de votos que el Congreso le instase ayer, a petición de CiU, a anticipar a la Generalitat los 1.400 millones de euros que le corresponderán el año próximo por el fondo de competitividad, uno de los componentes del sistema de financiación autonómica. De hecho, el Ejecutivo ganó la votación por 168 a 161 gracias a las ocho ausencias en la bancada del PP, partido que en esta ocasión iba a votar junto a los nacionalistas catalanes y que, sobre el papel, contaban con la mayoría del Congreso a favor de sus reclamaciones. Los socialistas solo tenían el apoyo de Unión, Progreso y Democracia y la abstención del PNV y Unión del Pueblo Navarro.

CiU, con el apoyo de Esquerra Republicana e Iniciativa per Catalunya y la inusual presencia del PP en este frente catalanista, exigía al Ejecutivo que hiciese lo mismo que hizo en los dos años anteriores y anticipase a Cataluña y a las demás comunidades este fondo para ayudarles a realizar los ajustes presupuestarios que deben abordar para cumplir con los compromisos de déficit público para 2011.

El Gobierno, por el contrario, se niega a atender la petición de Cataluña porque mantiene que estos anticipos no son una obligación legal y que, por tanto, la transferencia no puede ser realizada en un año de estrecheces presupuestarias en el que las comunidades tendrán que ajustar sus cuentas por sus propios medios y con recortes en sus partidas de gasto.

El asunto, no obstante, superó el propio debate de política económica y entró de lleno en el político, sobre todo en un momento de campaña electoral. CiU aprovechó la aparente contradicción del PSC, que en el Senado votó a favor del anticipo y que en el Congreso lo ha hecho en contra en sintonía con el PSOE, para acusar a los socialistas catalanes de falta de coherencia y de traición a Cataluña. El PSC justificó su voto negativo en una enmienda al texto, que CiU se negó a aceptar, en la que Gobierno se comprometía a convocar la comisión bilateral con Cataluña para negociar la reclamación.

Al mismo tiempo, el PP, que en su día se opuso al modelo de financiación en vigor, apoyó ayer las reclamaciones nacionalistas. Según el PP, lo hizo porque todas las leyes hay que cumplirlas se voten o no en su momento. Según el PSOE y otros grupos parlamentarios, los populares apoyaron la moción porque quieren mejorar las relaciones con CiU por si necesita a la federación nacionalista catalana como socia para poder gobernar España tras las elecciones generales del próximo año.