Jerez

Un historial negro de escándalos políticos que pocos han olvidado

Sanlúcar guarda en su currículo dos casos de corrupción que desvelaron las malas artes de una moción de censura y los chanchullos familiares

SANLÚCAR. Actualizado: Guardar
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Nombrar en Sanlúcar el 'caso Cunete' es como mencionar la soga en casa del ahorcado. Pocos vecinos han olvidado aquel rocambolesco episodio de la historia municipal de este pueblo de la Costa Noroeste gaditana. A pocos días de las eleccciones, este caso resucita como arma arrojadiza en los rincones de la plaza del Cabildo. Ha pasado una década y el caso sigue tan vivo como el primer día. En 1999, el PP se hizo con la Alcaldía de Sanlúcar tras arrebatar el bastón de mando a través de una moción de censura al socialista Agustín Cuevas.

Sin embargo, detrás de esta jugada política hubo algo más que una maniobra orquestada. El concejal popular Manuel Ramírez Ropdríguez, apodado Cunete, denunció que el PSOE le había intentado comprar el voto de esa moción por 50 millones de pesetas. Era la forma de que el socialista Agustín cuevas siguiera en el poder. Sin embargo, Ramírez puso al pie de los caballos al propio Cuevas, al secretario local del PSOE, Rafael García, y al alcalde de Chipiona, el entonces socialista Luis Mario Aparcero. Además, ofrecieron a Cunete un billete de avión a Lisboa para que se ausentar del Pleno y un puesto en el consistorio de Chipiona. Los implicados en el asunto trataron de desmontar la denuncia y acusaron al propio Manuel Ramírez de haber aceptado la oferta. Finalmente, la moción salió adelante con el apoyo del PA y se proclamó alcalde de Sanlúcar el popular Juan Rodríguez, que logró en 2003 la mayoría absoluta. Juan Rodríguez falleció en 2006 y tomó el relevo en la Alcaldía Laura Seco, que perdió las elecciones al año siguiente. Los implicados en esta trama fueron inhabilitados por sentencia judicial.

No fue el único caso que pervive en la memoria de los sanluqueños. En 1998, el funcionario municipal y hoy candidato de IU, Rafael Terán Hidalgo, denunció un escándalo de corrupción política en el municipio y acusó de malversación, falsedad documental a varios miembros de la corporación socialistas, incluidos algunos familiares. La polvareda se vino a llamar 'caso Terán', y colocó en la picota la gestión del entonces alcalde, el socialista Manuel Vital Gordillo. La denuncia también salpicó a su sucersor, Agustín Cuevas. Se pidió la inhabilitación y hubo acuerdo judicial.