PAN PARA HOY

TIEMPO

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No lea este artículo, no le va a aportar más que quebraderos de cabeza. Más ideas que se sumarán al amasijo que ya tenía usted antes de comenzar, que no es poco, por cierto. ¿Sigue? Bien, pero al término del mismo, no me eche en cara que no le ha aportado nada; ya le he animado a que desista de su lectura. Ahora, somos cabezones, ¿eh? Hasta que no sentimos en nuestra propia cabeza el dolor del golpe, no paramos. Bueno, usted lo ha querido. Según una noticia, el treinta por ciento de las mujeres encuestadas dice que entregaría un año de su vida a cambio de conseguir un cuerpo diez. Es más, creo que hasta con un cuerpo siete u ocho, muchas y muchos firmarían el contrato con el diablo. Tampoco me parece mucha pérdida un año, si sumamos el tiempo que perdemos en el gimnasio y en los días de dieta, que es como vivir a medias. Encontraríamos gente que ha empleado más de un año en maquillar su cuerpo. Vamos, en subirlo del dos, al tres -perdonen mi falta de sensibilidad con los números, soy de letras-. Por lo tanto, veo lógico que si te ahorran la tortura de las mancuernas y el brócoli cocido, mutiles tu andadura por este valle de sudor y lágrimas, con tal de lucir palmito del bueno un tiempo. Lo dramático del tema de la renuncia de los calendarios, es que, seguramente, muchos también acortarían su vida si se les asegurara un sueldo por encima de digno, o tres revolcones con algún icono sexual, que bien puede ser el vecino, o la cuñada. Para que luego digan que la vida no tiene precio, claro que lo tiene; la vida paga el precio de nuestras obsesiones. Somos tan absurdos que llegaríamos a dar un año de la vida con tal de tener más tiempo libre. Sí, es nuestra esencia de 'homo contradictoriens'; como aquel que mete dinero en una máquina tragaperras para ver si el azar le da la oportunidad de ganar un dinerillo. Siento haber sido tan explícito, querido lector, ya le he avisado al comienzo que no lo leyera. Como premio le diré que yo daré varios años de mi vida para que usted se entretenga aunque sea un minuto. Y hoy, pase un buen día.