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Muñoz-Delgado escribe la última línea en su cuaderno de bitácora como almirante

El buque 'Juan Carlos I' acoge la despedida del mayor representante de la Flota, que tras 46 años de servicio pasa a la reserva

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Juan Carlos Muñoz-Delgado y Díaz del Río escribió ayer la última línea en su cuaderno de bitácora como almirante de la Flota, tras 46 años de servicio en la Armada. Lo hizo sobre la cubierta mayor del buque 'Juan Carlos I', el último en incorporarse a la flota, y acompañado de marinos y amigos. Algunos de ellos procedentes de otras armadas como la italiana, la portuguesa o la americana, a las que se dirigió en sus respectivos idiomas. A todos ellos les manifestó su deseo de que las relaciones entre los distintos cuerpos de seguridad sigan disfrutando de buena salud.

Como la gente de mar, fue generoso en sus agradecimientos y parco en palabras. En su última intervención oficial, el hasta ahora almirante de la Flota hizo una reflexión sobre el oficio y la importancia de «la defensa de España». «Hemos elegido una de las profesiones más exigentes que existen, en ella manejamos barcos en condiciones difíciles y aprendemos el uso de unas armas que hay que utilizar», explicó. Una profesión en la que «no podemos permitirnos ser subcampeones si recurrimos a metáforas deportivas», continuó el almirante. Muñoz-Delgado reconoció que la «perfección es una quimera inalcanzable pero debemos esforzarnos para mejorar porque no tenemos otra opción que prepararnos para la victoria cuando nos piden actuar».

Recuerdo para los fallecidos

En su intervención, el máximo representante de la Flota en la Base Naval de Rota tuvo algunas palabras para los más de 2.400 marinos que se encuentran fuera en estos momentos, tanto en operaciones humanitarias, como científicas y de guerra. Recordó a los embarcados en el 'Hespérides' que navega por aguas australianas, a la fragata 'Canarias' en Somalia y a los que han llegado a Libia recientemente. También tuvo palabras para los que fallecieron en acto de servicio «quienes han sido los más generosos de todos porque entregaron su bien más preciado, su vida». Visiblemente emocionado, Muñoz-Delgado y Díaz del Río mandó un mensaje a sus familias y señaló que «su memoria debe ser un estímulo en nuestras actuaciones».

El acto se cerró con una salva de cañones desde el 'Príncipe de Asturias' y una exhibición mixta de las escuadrillas 3º, 5º y 10º de aeronaves.

Sin relevo confirmado

El próximo 11 de abril se hará efectivo el paso de Muñoz-Delgado a la reserva. El almirante se marcha con la satisfacción del deber cumplido, aunque como reconoció ayer «aún me quedan muchas cosas por hacer». El almirante se marcha, tras cumplir 65 años, «por imperativo de la ley». «Han sido unos años muy bonitos, intensos e interesantes y hemos desarrollado aspectos muy novedosos en la Armada». Pese a que la fecha de su retirada lleva algún tiempo fijada, aún no se sabe quien tomará el relevo de su cargo. Será el Consejo de Ministros quien determine quién ocupa su lugar a partir de ahora.