El show de Berlusconi en los tribunales

Silvio Berlusconi se hizo ayer una foto histórica ante los tribunales de Milán: era la primera vez desde hace ocho años que acudía a una vista ante un juez. En total, es solo la cuarta, después de las tres a las que se presentó en 2003 al final del juicio SME, aunque solo fue porque le convenía alargar el proceso en vísperas de la sentencia para poder aprobar una ley de inmunidad y evitarla.

El primer ministro acudió ayer a una vista preliminar del 'caso Mediatrade', en el que está investigado por fraude fiscal por presuntas irregularidades en la compra de derechos televisivos.

Es una novedad en la estrategia de Silvio Berlusconi ante sus juicios, que siempre ha eludido y solo ha tratado de anular desde el poder. De un total de 17, con cuatro aún abiertos -los otros son los casos Mills, Mediaset y Ruby-, solo en tres ha sido absuelto. Al menos seis los ha extinguido con leyes de su Gobierno y en el resto se ha beneficiado de prescripciones o amnistías.

Pero el impacto del 'caso Ruby', donde el primer ministro está acusado de presunta prostitución de menores y abuso de poder, ha cambiado las cosas. Preocupado por el desgaste de imagen, Berlusconi quiere hacer ver que no huye de la Justicia, convertir sus nuevas visitas a los tribunales en pruebas mediáticas de la «persecución judicial» y transmitir la idea de que estos engorrosos trámites le quitan tiempo para gobernar, mientras urgen graves asuntos como la guerra de Libia.

El Tribunal Constitucional rechazó en enero el grueso de su tercer intento de crear un escudo judicial y así evidencia que una Justicia «increíble», como repitió ayer, le obliga a abandonar las tareas que le han encomendado los ciudadanos.

La vista de ayer era un trámite, sin riesgos para Berlusconi, que no debía contestar ninguna pregunta. Habría sido la primera vez. El magnate utilizó al llegar la entrada de vehículos, pero luego salió entre la gente, donde su partido había organizado una movilización. Enfrente había otra de protesta. Es solo un aperitivo de lo que se acerca a partir del 6 de abril con el proceso 'Ruby'.