El nuevo mapa de escolarización genera confusión y quejas en las familias

El nuevo proceso de escolarización, que comenzó con el mes y termina el próximo día 31, está generando ya las primeras reacciones. Las familias con niños de tres años, en edad de escolarización, se han encontrado con un nuevo decreto que modifica muchas cosas, entre otras, las zonas de influencia de los centros educativos. Uno de los objetivos de la nueva norma era favorecer que el alumnado sea más heterogéneo, que se mezclen más los estratos sociales y culturales de las ciudades. Fuentes sindicales explicaron a este medio que la filosofía es que todos los niños puedan optar a un catálogo variado de centros públicos y concertados (ambos tipos, sustentados con dinero público). Pero en la práctica, aún está por ver el resultado de esta idea. En algunas localidades, como Cádiz o Jerez, los padres ya han manifestado sus quejas y en otras, como San Fernando, aún no han sabido valorar el nuevo sistema.

Hasta este curso, la oferta pública se distribuía en un mapa y la concertada por otra. Ahora, los dos tipos de centros comparten zonas. Para que esto sea así, las zonas son mucho más amplias. La capital queda divida en siete áreas, de tal forma que la familia puede escoger, con la máxima puntuación (14 puntos), cualquier centro que esté dentro de su zona de influencia, independientemente de que tenga el colegio al lado de caso o a dos kilómetros. Si está en su zona, tiene las mismas opciones de entrar. En Cádiz estas nuevas áreas son relativamente pequeñas, pero en municipios como Chiclana o Jerez son muy extensas.

En la capital, esta división ha suscitado algunas quejas en los centros más demandados, como el CEIP Reyes Católicos. El presidente de la Asociación de Madres y Padres (Ampa) del centro, José Guillén, comentó que «nos han quitado calles». Antes las familias que vivían en calle Brasil, por ejemplo, entraban en este demandado centro público y ahora se quedan fuera, «así como una parte de La Laguna». Sin embargo, el área de influencia del Reyes Católicos llega ahora hasta la barriada de La Paz.

La línea divisoria

En el colegio San Felipe Neri ocurre algo parecido. Mientras que los bloques de pisos cuyas fachadas miran a la playa y en la trasera lindan con los patios de este centro concertado no entran, su nueva área incluye el barrio de Astilleros.

En el amplio término municipal de Jerez se contabilizan hasta catorce zonas de escolarización, incluidas las pedanías, de las que seis separan el casco urbano jerezano. Estas áreas son tan amplias que una familia que vive en la barriada jerezana de La Granja tiene la máxima puntuación por domicilio para que su hijo entre en un colegio concertado de la zona norte de la ciudad. Desde la Federación Local de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de Jerez (Flampa) creen que esta medida puede provocar más disgustos que soluciones al anterior sistema, ya que ahora habrá aún más solicitudes para los centros más demandados, puesto que antes los vecinos de La Granja o de la zona sur no se planteaban pedir estos centros privados. La presidenta de la Flampa, Rosa Saborido, explicó a este medio que estas medidas «aumentarán los descontentos».

El Puerto de Santa María ha quedado dividido en cinco zonas. La representante de la Flampa de El Puerto, Milagros Cobos, fue una de las más críticas con el procedimiento. Cobos argumentó que se ha hechor tarde y con prisas. «Lo que más no llama la atención es que la normativa se publicó el 25 de febrero, justo antes del puente del Día de Andalucía, cuando las matriculaciones comenzaron el día 1 de marzo. Los padres no tienen información suficiente».

Muchas dudas

La presidenta de la Flampa de El Puerto apuntó que quedan muchas dudas sobre los centros adscritos (institutos a los que se deriva al alumnado). «No sabemos con cuántos puntos vas si no quieres el centro de Secundaria que te han adjudicado, por ejemplo», apuntó la representante de los padres. Las comunidades educativas de los colegios Marqués de Santa Cruz, Costa Oeste y del IES Javier de Uriarte se quejan de la reducción de las zonas de Fuentebravía y de la incorporación de la zona Sur de la ciudad al Costa Oeste. Según las asociaciones de madres y padres, esto reduce el área de influencia de los colegios señalados y limita el acceso al Costa Oeste de los vecinos más próximos al colegio. Las principales quejas en este municipio llegaron desde esta última zona, hasta tal punto que el consejo escolar local ha enviado una petición formal a la Delegación de Educación para que se plantee una rectificación de las áreas en El Puerto.

Chiclana también se caracteriza por tener unas amplias zonas de escolarización. De hecho, una de las críticas que llegan desde esta localidad es precisamente que el mapa está determinado por los colegios concertados, ya que para que las familias opten siempre a un concertado, las áreas han de abrirse mucho.

Sin embargo, en San Fernando no ha habido quejas importantes. La presidenta de la Flampa de la Isla, Marisa Luque apuntó que aún es pronto para valorar este nuevo decreto, «por su reciente aplicación» pero aseguró que en su localidad «pasará igual que todos los años, con la diferencia de que este curso va a haber la misma demanda en el Ardila y solo tendrá 50 plazas para Infantil». En San Fernando hay solo dos zonas, norte y sur, y no parece preocupar mucho este tema. Los padres están concentrados en reclamar un nuevo centro en Camposoto para subsanar la falta de instalaciones en el barrio que más población joven ha acogido en los últimos años.