Antonio Castellanos, en su despacho de la Universidad de Cádiz . :: ÓSCAR CHAMORRO
Jerez

«Pueden verse afectadas las productoras y las intermediarias»

Antonio Javier Castellanos Profesor de Estudios ÁrabesEl experto advierte que «a medio plazo, la situación es optimista: el comercio se recuperará»

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Antonio Castellanos es un profundo conocedor de las relaciones entre Cádiz y los países árabes por su doble condición de profesor de la UCA y miembro del Grupo de Estudios de Historia Actual de la universidad, desde el que presta una especial atención a las interacciones con el Norte de África.

-Más de 50 empresas, con un volumen de beneficios de 30 millones de euros en 2010, exportaron a los países afectados por la llamada 'revolución árabe'. ¿Cómo interpreta los datos?

-Tienen su lógica si entendemos que se contabilizan tanto empresas que producen aquí como otras que se dedican exclusivamente al comercio. Los puertos de Cádiz, Tarifa o Algeciras son fundamentales en el tráfico de mercancias hacia los países del Mediterráneo, lo cual no implica que las mercancías que se facturan sean de aquí.

-En cualquier caso, la economía de la provincia se vería igualmente influenciada por la situación...

-Claro. Una parte importante de la producción sale por puertos gaditanos, y también hay producción natural de Cádiz. Las empresas que operan como productoras y las que lo hacen como intermediarias pueden verse afectadas. De todas formas, es riqueza que deja de percibir la provincia.

-Cádiz exporta, sobre todo, materiales de construcción, manufacturas de cobre y acero y productos de alimentación.

-Hay que tener en cuenta que países como Libia, Túnez o el propio Marruecos han desarrollado en los últimos años una actividad constructora e industrial muy importante. Están en pleno crecimiento. Necesitan muchos materiales para las nuevas infraestructuras, y lógicamente es más fácil y más barato exportarlos de países cercanos, con los que tengan una buena comunicación marítima. En el caso de Libia, además, necesita materiales para la red de oleoductos que llevan el petróleo del Sur al Norte. Ocurre lo mismo con los países del Golfo.

-¿Qué cabe esperar?

-Los sucesos políticos afectan mucho al comercio internacional en el breve plazo. Ahora mismo en Libia, en una situación que cabe calificar como de guerra civil, lo normal es que la actividad económica se vea interrumpida. Tanto en importanciones como en exportaciones. Pero, al igual que está sufriendo una caída espectacular, es de suponer que se recuperará de una forma también espectacular. Incluso, a medio plazo, puede ser positivo para las empresas gaditanas que exportan materiales de construcción. Ocurrió en Estados Unidos con el Katrina, por ejemplo. La catástrofe activó la producción. Porque hay que reconstruir todo lo que se destruye.

-La situación en Túnez o Egipto parece controlada. ¿Tienen que temer los empresarios gaditanos que exportan allí?

-Relativamente. Esos países están en plena incertidumbre. Han caído dos gobiernos y hay otros dos provisionales, pero no se sabe qué va a ocurrir. No se ha abierto ningún proceso electoral, ni hay certezas sobre qué fuerzas políticas capitalizarán las revueltas populares. Todo esto afectará al comercio porque algunas empresas exportadoras pueden perder su confianza y optarán por esperar a ver qué modelo político y económico se impone. Quizá en Túnez y Egipto es donde menos haya que temer, porque todo parece indicar que parte del 'antiguo régimen' cambiará de chaqueta y se garanticen los principales intereses empresariales.

-¿Y Marruecos?

-Hasta ahora, las revueltas han tenido un carácter más minoritario, aunque también ha habido una reacción violenta, en muchos casos no por parte de los convocantes, contra las sedes de empresas extranjeras. Es una reacción 'nacionalista' habitual. Durante las próximas semanas ya veremos.