El comité de empresa, durante la rueda de prensa de ayer. :: J. C. C.
Jerez

La plantilla de Acasa alerta de que la concesionaria ya piensa en dejar el servicio

Los empleados empiezan a cobrar, pero temen lo que pasará en próximos meses y piden que el dinero de la Dependencia no vaya a la caja única

JEREZ. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

«Llevamos dos años y medio sufriendo retrasos en los pagos, siendo los últimos de la fila a la hora de recibir nuestro sueldo por parte del Ayuntamiento y sintiendo que no se nos respeta ni como profesionales ni como personas». Así de contundente fue el mensaje que lanzó ayer Encarni Barrios, la presidenta del comité de empresa de Acasa, la compañía concesionaria del servicio de ayuda a domicilio municipal, cuyos empleados han comenzado a cobrar por fin la nómina del mes de diciembre, aunque lo han hecho después de un mes de protestas, movilización «y mucho desgaste personal».

Después de todo lo que han tenido que sufrir para cobrar, esta plantilla lanzó ayer un mensaje de advertencia al equipo de gobierno de Jerez y les emplazó a cumplir el compromiso al que llegó la propia alcaldesa, Pilar Sánchez, en la última reunión que mantuvieron y que hablaba, entre otras cuestiones, de la creación de una cuenta bancaria específica para que el dinero que a partir del día 31 tiene que ingresar la Junta de la Ley de Dependencia «no llegue a la caja única del Ayuntamiento y se use para otros fines».

Esta situación que ha venido ocurriendo en los últimos tiempos, y que ha provocado que los tres millones de euros que ingresó la Junta en el pasado semestre no los haya cobrado Acasa en los plazos correspondientes, «como tampoco ha cobrado los 300.000 euros mensuales que debe aportar el Ayuntamiento», son los que han provocado que esta concesionaria esté en un situación tan «insostenible» y «crítica» que no solo no le permite pagar los sueldos, sino que «incluso le está haciendo plantearse rescindir el contrato firmado y marcharse de Jerez».

Barrios, que representa a una plantilla que «presta un servicio esencial para los mayores», lamentó la guerra cruzada en la que se ve la plantilla como consecuencia de las deudas que acumula la concesionaria por los impagos del Ayuntamiento, al que también acusan de «no haber elegido una empresa con más solvencia para un servicio que, como ya aventuró el concejal de IU, Joaquín del Valle, se prestaría mejor y con mucho menos gasto si se impartiera desde el Consistorio en vez de con una concesión».