Inoperantes

Lo de ayer se llama inoperancia. Es decir, no operante, ineficaz. Pues parece ridículo que el Xerez, no solo no ganara un partido que disputó durante casi 40 minutos con dos hombres más sobre el terreno de juego, sino que ni tan siquiera fue capaz de crear una ocasión de gol a un Elche que se llevó un punto de Chapín merecidamente. Pero lo peor es que no hay que destacar el mérito del Elche, sino desmérito de un Deportivo que firmó uno de sus peores partidos de la temporada. No apareció nadie. Ni Bermejo -se marchó lesionado-, ni José Mari, ni Óscar Díaz, ni Pablo Redondo... nadie. Por su puesto, Javi López tampoco tuvo su noche más lúcida, pues la eficacia de los cambios y los movimientos tácticos fue totalmente nula. Y a eso hay que añadirle la actuación de un árbitro que repartió para los dos lados y no dejó a ninguno de los equipos contentos.

Y es que el día empezó torcido desde primera hora cuando Capi amaneció con fiebre y tenía que dejar su puesto en la convocatoria a Antoñito. El sevillano apuntaba al once titular, pero finalmente fue Mendoza la única novedad de la alineación. Había quien hacia conjeturas sobre la posible entrada de Leandro Gioda en el once titular porque Javi López había probado en el último entrenamiento de la semana con Vicente Moreno en el centro del campo -se trataba de una mera solución de entrenamiento, pues Barber se tuvo que retirar antes de tiempo por culpa de un pinchazo en la espalda. Había quien dudaba de la continuidad de Edu Moya en el once titular. Y había quien se preguntaba si Capi regresaría a la alineación inicial tras superar el duro trance del fallecimiento de su padre -se guardó un minuto de silencio antes del encuentro-, pero eran pocos los que pensaban que Jesús Mendoza podía salir de inicio, teniendo en cuenta que la semana pasada se quedó fuera de la convocatoria.

La presencia del jerezano fue la gran sorpresa de un once titular en el que Capi no pudo estar por culpa de un proceso febril. El sevillano salió de la convocatoria y dejó hueco para que Antoñito ocupara un lugar en el banquillo y viera como el Elche salía revolucionado al prado de Chapín desde el primer minuto.

Los azulinos estaban avisados y aguantaron como buenamente pudieron, pero la intensidad del juego del Elche en ataque era altísima y en defensa rozaba los límites de lo permitido. De hecho, Miguel Ángel Cordero pudo ser víctima de un penalti que Prieto Iglesias no quiso pitar pese a la evidencia. Bruno Herrero y Óscar Díaz también fueron víctimas del fútbol duro que desplegaron los ilicitanos, pero el que tuvo que abandonar el terreno de juego fue un Edu Moya que se lesionó solo y tuvo que dejar paso para Juan Luis Redondo.

La intensidad del juego del Elche estuvo cerca de encontrar su recompensa recién superado el minuto diez con un zapatazo de Ripa tras un mal despeje de Jesús Mendoza. Y es que a los azulinos les costaba salir y la única forma de superar la presión ilicitana era el balón largo, pero Bermejo no pudo bajar una bola en condiciones hasta el 17'. El cántabro la peinó y José Mari le pegó tímidamente en lo que fue el primer disparo del Xerez entre los tres palos de la portería del Elche.

Al partido le faltaba la aparición de Cordero o Bruno Herrero para que el Deportivo tuviera algo de criterio, pero ni el lebrijano ni el jerezano podían imponerse en la zona de creación. Si querían tocar la bola tenían que disfrazarse de 'llegadores' y rondar los tres cuartos. Cordero fue el primero que lo intentó, pero falló en el último pase. Bruno no se quedó atrás y firmó otro jugón con un disparo que salió muy cerca de la escuadra. Las ocasiones eran pocas y el gol no llegaba.

Al filo del descanso apareció el árbitro. El colegiado navarro no había frenado el duro juego del Elche hasta el momento, pero se equivocó con la segunda amarilla de Verdés. El defensa valenciano apenas agarró a José Mari. La acción, como mucho, merecía la categoría de falta, pero Prieto Iglesias enseñó la segunda amarilla al ex azulino.

El encuentro se le terminó de poner de cara al Xerez cuando el árbitro también mostró la segunda cartulina a Etxeita. Pero el propio Deportivo se encargó de darle la espalda al partido. Se cebó atacando por el centro y allí no hizo más que rebotar y rebotar contra un muro ilicitano que se llevó merecidamente un punto de Chapín.