Mandan en Australia

Los tenistas españoles avanzan con paso firme por las pistas de Melbourne. Ayer Fernando Verdasco, Nicolás Almagro y Tommy Robredo superaron la tercera ronda y ya están en los octavos de final del Abierto de Australia. Los tres tenistas han recuperado su mejor versión en este inicio de temporada. En el próximo cruce deberán refrendar sus buenas sensaciones si quieren seguir vivos en el torneo, porque se enfrentan a las primeras espadas del ranking.

Verdasco se impuso al japonés Kei Nishikori por 6-2, 6-4 y 6-3. El madrileño volvió a disfrutar de un partido cómodo y tranquilo como en la primera ronda, después de haber tenido que sufrir para ganar en la segunda al serbio Janko Tipsarevic en cinco mangas. En esta ocasión, se deshizo del tenista nipón en apenas dos horas. «He estado consistente durante todo el tiempo y tácticamente he resuelto bien», explicó tras el choque. El jugador español continúa adelante en uno de sus torneos favoritos. Superar las primeras rondas le inyecta moral tras el decepcionante final de la pasada campaña. Las dudas surgidas por su ausencia en el Masters de Londres, donde se dan cita los ocho mejores, parece olvidada.

En su memoria guarda con más cariño el partido épico que le midió ante Nadal en las semifinales de 2009, con victoria para el manacorense tras cinco horas y cuarto. Desde entonces, el tenista madrileño siente predilección por el torneo australiano. El próximo adversario de Verdasco será el checo Tomas Berdych, sexto favorito, que se impuso al francés Richard Gasquet por 6-2, 7-6 (7/3) y 6-2. «Es fuerte en todos los aspectos por lo que tendré que desgastarle físicamente. Tendré que hacer mi mejor tenis si quiero ganar», aseguró el madrileño.

Federer coge aire

Robredo sufrió algo más para lograr su pase. El catalán tuvo que remontar un set en contra ante el ucraniano Sergiy Stakhovsky. Finalmente, el español se impuso 5-7, 6-2, 6-4 y 6-2 después de tres horas de partido. El gerundense deberá dar el máximo nivel si quiere tener opciones en el cruce de octavos, donde se enfrenta a Roger Federer. El número dos del mundo y vigente campeón del torneo cogió aire tras el mal trago ante Gilles Simon en segunda ronda. Esta vez se impuso al belga Xavier Malisse por 6-3, 6-3 y 6-1. En sus confrontaciones anteriores, Federer domina 9-0 al jugador catalán. Pese a todo, Robredo ve grietas en el juego del helvético. «El Federer de hace cuatro años que perdía tres partidos al año, evidentemente, no es el de ahora. También porque el nivel del circuito ha mejorado», aseguró. Sin embargo, es consciente de que el favorito es el suizo, aunque no renuncia a nada. «Enfrentarse con él siempre es difícil. Pero los jugadores estamos para intentar tener situaciones como esta y buscar sorpresas».

Por su parte, el suizo confía en ir de menos a más durante el torneo: «Siempre pensé que no se puede ganar un 'Grand Slam' en la primera semana, pero sí se puede perder». Conforme el helvético supere rondas, asentará su juego y pondrá en marcha su maquinaria perfecta y demoledora.

El tercer español en clasificarse para octavos fue Almagro. El murciano se reencontró con su mejor tenis para dejar fuera al croata Ljubicic, un duro rival al que derrotó por 6-4, 7-6 (10/8) y 6-3. Almagro se medirá a un peso pesado en la próxima ronda: Novak Djokovic. El serbio, número tres del ranking, eliminó a su compatriota Viktor Troicki, que abandonó por lesión tras caer 6-2 en el primer set.

Una de las sorpresas de la jornada fue la eliminación de Gael Monfils (7-6(4), 6-2 y 6-3) a manos de Stanislas Wawrinka, que alcanzó por primera vez en su carrera los octavos de final del torneo. Hoy será el turno de otros dos españoles. El número uno mundial Rafa Nadal y Guillermo García-López, que se enfrentarán al australiano Bernard Tomic y al británico Andy Murray, respectivamente.

Sin Venus ni Henin

En el cuadro femenino, donde ya no hay representantes españolas, la noticia estuvo en la eliminación de Venus Williams por lesión. La estadounidense se había dañado en el muslo derecho en su partido de segunda ronda y abandonó en los primeros minutos de su encuentro de dieciseisavos ante Andrea Petkovic.

La otra gran sorpresa del día fue la de la belga Justine Henin, ex número uno mundial y campeona en Australia en 2004, que perdió por 6-4 y 7-6 (10/8) ante la rusa Svetlana Kuznetsova, otra ex campeona de Roland Garros que busca recuperar su mejor tenis y los éxitos del pasado. La jugadora belga, que había sido finalista hace un año, siempre había alcanzado al menos los octavos en este torneo, con la excepción del año 2000, cuando se despidió en la segunda ronda. En esta ocasión, Henin acusó sus problemas en el codo, aún dolorido y que le tuvo apartada de las pistas en los seis últimos meses. «Es decepcionante perder así. Simplemente fue mejor que yo, especialmente en los momentos importantes», explicó.